ACUSADO DE VIOLACIÓN
El rapero Sean 'Diddy' Combs está en prisión acusado de acoso sexual, abusos y violación. Mientras espera ser juzgado, el que fuera su representante ha revelado que el músico tenía fijación con los príncipes Guillermo y Harry y que incluso guardaba fotos enmarcadas suyas.
El pasado 16 de septiembre, el rapero Sean Combs, conocido como Diddy, fue detenido por tráfico sexual, asociación ilícita y transporte para ejercer la prostitución. Cientos de personas le habían denunciado por sus abusos en las fiestas que organizaba.
El músico estuvo investigado por el FBI durante meses tras varias demandas entre las que se encuentran la de su exnovia, Casandra Ventura, quien le acusaba de violación, abuso sexual y agresiones contra ella. De hecho, existen vídeos explícitos donde se le puede ver cómo pega a su pareja.
Tras ello, numerosos nombres famosos han surgido como amigos del productor musical y asiduos en sus infames fiestas, entre los que se encontrarían Leonardo DiCaprio, Beyoncé o Ashton Kutcher.
Sin embargo, había dos personas a las que Diddy deseaba tener en sus eventos: Los príncipes Guillermo y Harry. Así lo ha asegurado su exrepresentante, Rob Shuter, quien trabajó para el rapero entre 2002 y 2004. El publicista recordó a BBC News que le dijeron "más de 10 veces" que les llamara para invitarlos a los eventos de Combs.
Sin embargo, los hijos de Carlos III nunca aceptaron las invitaciones, a pesar de que Combs "se ofreció a cubrir sus viajes, alojamiento e incluso pagar su seguridad". No es la primera vez que relacionan a Harry en este caso. Hace unos meses, ya salió su nombre en documentos que acusaban a Diddy de escándalos secxuales.
"Diddy estaba obsesionado con el príncipe Harry y el príncipe Guillermo. Se considera un rey, por lo que tiene todo el sentido del mundo que quisiera tener dos príncipes en su séquito", dijo Shuter.
"Ellos nunca aceptaron, nunca fueron parte de su mundo", añadió, revelando que el músico incluso guardaba "fotografías enmarcadas" del Príncipe de Gales y el Duque de Sussex en su apartamento de Nueva York.
No es la primera vez que miembros de la realeza británica han sido relacionados con magnates y fiestas turbias, como la amistad que tuvo el príncipe Andrés con Jeffrey Epstein, a quien se le acusó de tráfico y abuso sexual de menores antes de su presunto suicidio en prisión.