COMPLICADA DECISIÓN
Tatuarse la cara de tu pareja puede ser un bonito acto de amor en un momento determinado de la relación, pero puede convertirse en un recuerdo amargo de por vida. Álvaro Morata tiene tatuado el rostro de Alice Campello en un antebrazo.
Este lunes, 12 de agosto, saltaba la noticia de la ruptura de Álvaro Morata y Alice Campello tras ocho años de intensa relación. Los dos lo anunciaban con sendos mensajes en los Stories de Instagram y zanjaban así los rumores de las últimas horas.
Ocho años de relación dan para mucho (cuatro hijos en común, un montón de vivencias y experiencias compartidas, mudanzas...) y más cuando se está tan enamorado de la otra persona y se vive tan intensamente la relación. Esto lleva a realizar actos de amor y compromiso tan significativos como tatuarse la cara y el nombre de tu pareja, como hizo en su momento Álvaro Morata.
Tatuarse la cara o el nombre de la pareja es una decisión que se tiene que meditar mucho antes de hacerlo y de estar muy convencido de ello. Para esa persona, en aquel momento de su vida, es una declaración de amor incondicional que simboliza la conexión especial con su pareja y es una forma de reflejar cuán de importante es en su vida.
Pero el tiempo pasa y la relación puede emprender un camino diferente al que se creía en un principio y ese tatuaje puede dejar de tener el significado que tenía: de una muestra de amor absoluto a un recordatorio doloroso cuando la relación acaba. Cuando esto sucede, llevar en la piel algo que recuerde a la expareja puede generar incomodidad y arrepentimiento.
En el caso de Álvaro Morata, el futbolista lleva en su antebrazo izquierdo un tatuaje con el nombre de Alice y justo debajo, un retrato muy acurado de la cara de la modelo. Se lo hizo en 2018 cuando llevaban un par de años saliendo juntos. "A ti que eres mi apoyo, a ti porque eres lo más hermoso que hemos hecho", escribió él un post de Instagram.
Alice, por su parte, estaba encantada con el gesto de su entonces marido y explicó a sus seguidores que ella quería hacerse un tatuaje y le "encantaba la idea" de que fuera uno de pareja. Contó que Álvaro le dijo que él quería hacerse "uno muy especial que representase a la madre de sus hijos" y fue cuando se decidió a tatuar la cara de su esposa.
Morata cerraba el comunicado anunciando la separación asegurando que "Alice siempre tendrá un lugar especial en mi corazón" y explicaba que habían sido unos "años maravillosos" a su lado.
Sin embargo, queda la duda de qué pasará con este tatuaje en concreto y con los otros que tiene y que se hizo junto a Alice, como estos que llevan con mensajes escritos por sus hijos.
Si decide borrárselo, aparte de que se hablará mucho de este gesto, puede optar por alguna de las técnicas actuales que existen para eliminar tatuajes, como el láser.
De todas las técnicas es la más efectiva y la que utiliza más gente. Se trata de pulsos de luz láser de alta intensidad que penetran en la piel y descomponen las partículas de tinta en fragmentos más pequeños. Luego, es el propio cuerpo, a través del sistema inmunológico, que va eliminando estos fragmentos.
Aunque son necesarias varias sesiones, esta técnica funciona especialmente bien para las tintas oscuras, como el negro y el azul (como el tatuaje de Morata).