SIN MEGHAN
Carlos III ya es rey del Reino Unido tras una ceremonia que ha dado la vuelta al mundo rodeada de tradición. Bajo un estricto protocolo, la organización ha decidido ubicar a Harry en un segundo plano y sin protagonismo, mostrando las asperezas de su relación con la familia real.
Dentro de la abadía de Westminster se ha celebrado la coronación de Carlos III como rey de Reino Unido. Londres ha reunido a personalidades de todos los ámbitos y del mundo para presenciar uno de los eventos del siglo, pues hacía alrededor de 70 años que los británicos no proclamaban a ningún monarca.
Durante la mañana del sábado 6 de mayo han desfilado jefes de estado como don Felipe VI y doña Letizia, y la propia familia de Carlos III, encabezados por su hijo, el príncipe Guillermo y Kate Middleton, y su mujer, Camila.
Sin embargo, quien no ha acaparado tantos focos ha sido el príncipe Harry, quien ha sido relegado a un segundo plano y sin la compañía de Meghan Markle. La organización le ha ubicado en la tercera fila de la coronación junto al príncipe Andrés, otro miembro incómodo para la casa real británica por su implicación en el caso Epstein.
El duque de Sussex entró a la abadía acompañado de sus primas, Eugenia y Beatriz de York, y sus maridos, Jack Brooksbank y y Edoardo Mapelli Mozzi, respectivamente.
Pasando por alto, así, la jerarquía y la línea sucesoria al trono, opción que el protocolo podría haber seguido para colocarle en un sitio de mayor privilegio.
Eso sí, la presencia de Harry en la agenda del fin de semana se ha reducido a asistir a la coronación de su padre, ya que, en cuanto acabe, partirá hacia Los Ángeles de nuevo con Meghan y sus hijos.