¿QUÉ LES DAMOS DE COMER?
El pescado es una opción que todos queremos incluir en nuestra dieta. Rico en proteínas, vitaminas, minerales y ácidos grasos omega-3, parece el complemento en la dieta. Pero no todos los pescados son igual de seguros, especialmente para los más pequeños.
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) tiene claras recomendaciones sobre qué pescados debemos evitar debido a sus niveles de contaminantes como el mercurio y otros metales pesados, que pueden ser perjudiciales para la salud, y más tratándose de pescados para niños.
Aquí te cuento los cinco pescados que la EFSA aconseja no dar a niños pequeños y te doy alternativas seguras para que puedas ofrecerles los beneficios del pescado sin preocupaciones.
El pez espada está en el primer lugar de los pescados a evitar en niños debido a su alto contenido en mercurio. Y es que el pez espada, al ser un depredador grande y longevo, acumula mercurio a lo largo de su vida.
Alternativa segura: Merluza. La merluza es un pescado blanco con un contenido muy bajo en mercurio y una excelente fuente de proteínas. Su sabor suave suele gustar a los niños y es ideal para una dieta equilibrada.
El atún rojo es otro de los pescados que la EFSA recomienda evitar para los niños pequeños debido a su contenido en mercurio. Aunque el atún es muy popular, es importante diferenciar entre sus variedades.
Alternativa segura: Atún claro en conserva. El atún claro (o bonito del norte) tiene un contenido de mercurio más bajo que el atún rojo y es seguro para los niños y adultos. Puedes ofrecerlo en ensaladas, bocadillos o pastas.
El tiburón, conocido también como cazón o tintorera, es otro pescado que figura en la lista de los que deberíamos evitar para los más pequeños. Al igual que el pez espada y el atún rojo, es un depredador de gran tamaño que se encuentra en la cima de la cadena alimentaria, por lo que acumula mercurio y otros contaminantes a lo largo de su vida.
Alternativa segura: Lubina. Estos pescados son opciones más seguras para los niños. Tienen niveles de mercurio mucho más bajos y aportan proteínas y ácidos grasos omega-3 beneficiosos para su desarrollo cerebral.
El lucio, que es un pez de agua dulce, también figura entre los pescados que es mejor evitar.
Alternativa segura: Trucha. La trucha es una excelente opción de pescado de agua dulce, con niveles de mercurio mucho más bajos. Además, aporta proteínas de alta calidad, vitamina B12 y ácidos grasos omega-3 que ayudan al desarrollo saludable de los niños.
Aunque la caballa es un pescado azul saludable, hay que distinguir entre la caballa de pequeño tamaño y la caballa gigante o grande.
Alternativa segura: Caballa pequeña o sardinas. La caballa común o pequeña (conocida como caballa del Atlántico) es segura y aporta omega-3. Las sardinas son también una alternativa maravillosa: además de ser ricas en calcio y vitamina D, tienen niveles bajos de mercurio y pueden ofrecerse en diferentes preparaciones.
El mercurio es un metal pesado que puede acumularse en el organismo y, en grandes cantidades, afectar el sistema nervioso y el cerebro, especialmente en edades tempranas. Los niños están en pleno desarrollo y, por lo tanto, son más vulnerables a los efectos neurotóxicos de este metal. Limitar el consumo de pescados con alto contenido en mercurio es esencial para proteger su salud y promover un desarrollo adecuado.
A pesar de los riesgos que algunos pescados representan, no debemos olvidar que el pescado en general es una fuente excelente de nutrientes importantes para los niños:
Para aprovechar sus beneficios sin riesgos, los expertos recomiendan que los niños consuman pescado de 2 a 3 veces por semana, priorizando pescados de bajo contenido en mercurio y alternando entre pescados blancos (como la merluza) y pescados azules (como las sardinas). Ya hace mucho que eliminamos el mito de que un pescado era mejor que el otro.