Hay dulces que entran por los ojos y que, si encima están buenos, se convierten en clásicos con los que agasajar a las visitas. Es el caso de esta recetaza de Bocados Divinos que, además, se hace en menos tiempo de lo que se tarda en decir 'fondant'.
Hay dulces que entran por los ojos y que, si encima están buenos, se convierten en clásicos con los que agasajar a las visitas. Es el caso de esta recetaza de Bocados Divinos que, además, se hace en menos tiempo de lo que se tarda en decir 'fondant'.