No apto para estómagos delicados
Aunque están al alcance de la mano de todos y sean métodos cien por cien naturales y sin costo, las mascarillas hechas con fluidos del cuerpo no suelen agradar a muchas personas. Seáis o no partidarios de estas prácticas, es importante conocerlas y consultar a vuestro médico de confianza antes de usarlas.
Si bien siempre se ha hablado sobre las mascarillas hechas con fluidos del cuerpo como la menstruación o la orina, a día de hoy estos tratamientos caseros siguen siendo un tabú cuando se habla de belleza natural. Pero cada vez son más las mujeres que se animan a probar, aunque sea una vez, estas opciones y así poder dar una opinión más certera.
MASCARILLA FACIAL DE MENSTRUACIÓN
Mucho se ha hablado sobre la mascarilla facial de menstruación y es que hay un mito que afirma que ayuda a rejuvenecer la piel, gracias a las células madre que tiene el endometrio. Pero lo cierto es que colocarse directamente en la cara la sangre, sin haber sido tratada antes por un proceso químico, podría ser contraproducente si no está del todo pura.
Pese a que muchas mujeres utilizan la sangre de la menstruación como abono orgánico para las plantas y puede funcionar muy bien debido a que es un nutriente natural con una gran cantidad de células madres, es importante tener en cuenta que esta se disuelve en agua antes de ser usada.
Además, algunos especialistas aseguran que si bien la sangre del endometrio está limpia, cuando pasa por el conducto vaginal se infecta con bacterias y hongos que aunque son naturales en esa zona del cuerpo, en otras como el rostro podrían causar infecciones.
Ciertamente, si se quiere usar la mascarilla menstrual lo primero a tener en cuenta no sólo es preguntar al médico de confianza, sino también mantener una alimentación balanceada y esto incluye dejar hábitos que no son saludables como fumar o ingerir bebidas alcohólicas.
Otro punto que se debe tener presente es el uso de la copa vaginal, ya que las compresas o tampones pueden crear microorganismos no aptos para la cara. Otra alternativa es usar el popular trapito de la abuela y al humedecerlo para lavar, se puede usar esta agua como tratamiento.
MASCARILLA FACIAL DE ORINA:
Es uno de los remedios de la abuela más populares y antiguos. De hecho, esta técnica recibe el nombre de uroterapia y ha sido empleada desde la antigüedad. El uso de orina para tratar algunas anomalías de la piel, como pueden ser el acné o las manchas resulta beneficioso y curativo si se hace a largo plazo y de forma estricta.
La orina contiene poderosos antioxidantes, vitaminas, minerales y proteínas que ayudan a exfoliar e hidratar la piel si es necesario. Además, muchos cosméticos usan este líquido de forma sintética entre sus ingredientes.
Para usar la orina como tratamiento facial sólo se debe mojar un algodón con esta, preferiblemente que sea a primera hora de la mañana y si se quiere repetir durante la noche, guardar el pis en un recipiente limpio. Luego, aplicar en el rostro previamente lavado y dejad que se seque durante 10 ó 15 minutos aproximadamente, para finalmente enjuagar con abundante agua tibia.
La orina también puede ser usada para tratar hongos en los pies o manos, ya que ayuda a eliminar las bacterias. Sin dejar de lado que también se usa para eliminar cicatrices y marcas en la piel.
MASCARILLA FACIAL DE EXCREMENTO:
Sólo con escuchar su nombre ya causa rechazo y es que, gracias a la industria del cine, usar mascarillas de excremento de pájaros se ha popularizado entre las estrellas y los amantes de la eterna juventud.
Lo cierto es que este tratamiento facial, creado en Japón, asegura que el excremento de los pájaros, en especial el de los ruiseñores, podría tener propiedades rejuvenecedoras y enzimas que limpian la piel y renuevan las células muertas.
Aunque pueda ser tentador para algunos practicar este ritual en casa, lo cierto es que el excremento es esterilizado en forma de talco blanco, que luego es combinado con salvado de arroz, para neutralizar el olor y dejar así el rostro limpio e hidratado.
Recordad que sea cual sea el tratamiento que se desee usar, es importante siempre preguntar al médico de confianza y si os anima la idea de algunas mascarillas con fluidos del cuerpo, recordad que para ver efectos deben pasar mínimo tres meses.