TRUCOS DE EXPERTO
Debido a las circunstancias que nos ha tocado vivir, el coronavirus ha hecho que extrememos las precauciones en la higiene personal y de todo lo que nos rodea. Pero… ¿os habéis parado a pensar en cómo mantener limpios vuestros cosméticos y brochas? Poco a poco con el uso se van acumulando bacterias que debemos de eliminar. Así que para que esto no ocurra y podamos mantener limpios y desinfectados nuestros productos de belleza, hoy me gustaría compartir con vosotras algunos consejos de expertos que os van a ayudar mucho.
¿Cuándo y cómo limpiar las brochas?
Es una pregunta que nos hacemos muchas veces. Las usamos a diario pero no sabemos cuándo es el momento oportuno para limpiarlas. Pues lo ideal es “lavar bien las brochas una vez a la semana, como mínimo. La limpieza frecuente no solo evita la acumulación de bacterias, lo que conduce a brotes, también prolongará la vida útil de las brochas, a la vez que mantiene el maquillaje en perfecto estado e incluso mejora la aplicación” aconseja Raquel González, directora de educación de Perricone MD.
Para limpiarlas se puede emplear cualquier jabón suave que tengamos en casa. Gato, maquillador oficial de Maybelline España, nos recomienda lavar con agua caliente y jabón brochas y esponjas. Una vez secas, se deben de limpiar con un spray de alcohol para eliminar cualquier bacteria.
Cuándo tirar el maquillaje a la basura
En los envases de todos tus productos cosméticos aparece una fecha recomendada de caducidad que nos indicar la vida útil de producto una vez abierto. “En cuanto abrimos un producto y entra el aire por primera vez, empieza su período de descomposición”, nos explica Diana Suárez, directora técnica de RevitaLash Cosmetics. El tiempo de vida de los cosméticos sueles ser: la máscara de pestañas dura de 3 a 6 meses, los productos de polvo compacto, unos 24 meses, lápices de ojos entre 6 y 12 meses, los labiales hasta 36 meses.
En el caso de las cremas, “un síntoma de que una crema puede estar pasada, es el olor extraño, o un cambio en la textura, habiéndose separado en fases el producto, dejando por un lado las bases acuosas y por otra las lipídicas”, nos comenta Bella Hurtado, desde Aromatherapy Associates. Es por ello que cuando apreciemos algo extraño en nuestros cosméticos los tiremos a la basura porque utilizar un producto en mal estado puede provocarnos reacciones en nuestra piel.
Cómo guardar nuestros cosméticos y maquillaje correctamente
Cada vez que utilicemos un producto de cuidado facial o de maquillaje se debe de cerrar muy bien el frasco. “Nunca se deben dejar los productos sueltos o abiertos para evitar la entrada de bacterias”, aconseja Valeria Navarro, directora técnica de Boutijour.
Para que duren más tiempo, Gato nos recomienda mantenerlos en un sitio fresco, seco y alejado de la luz.
Evitar la contaminación del producto
No podemos olvidar el evitar en la medida de lo posible contaminar el producto. Y… ¿cómo lo podemos contaminar? Pues muy fácil, aplicando la crema cogiendo el producto directamente con los dedos, o apoyando la pipeta de un serum sobre la yema de los dedos o aplicándolo rozando el rostro. “Son gestos que debemos evitar, por varios motivos: el primero, porque al tocar una superficie, ciertos gérmenes se puede adherir a la pipeta, por ejemplo, contaminando el producto, de modo que cada vez que lo utilicemos estemos reaplicando posibles fuentes víricas sobre la piel. Aparte, según qué bacterias, podrían afectar a la constitución del producto, haciendo que se altere en cierto modo la formulación, reduciendo así la eficacia de lo que queramos aplicarnos”, comenta Estefanía Nieto, directora técnica de Omorovicza.
Evita compartir
El compartir está en nuestro ADN desde pequeños, pero con productos de maquillaje o cremas es mejor no hacerlo. “Compartir maquillaje o productos de tratamiento puede parecer inofensivo, pero es una manera muy fácil de contraer enfermedades si alguno de los que lo usa tiene una enfermedad de tipo vírico y de fácil contagio”, añade Diana Suárez, directora técnica de RevitaLash Cosmetics. De hecho, es algo que puede ocurrir fácilmente con maquillaje para la zona de la mirada, si se tiene una conjuntivitis, por ejemplo.