CUIDAR LA PIEL
Arrugas, flacidez y manchas tienen un denominador común: la senescencia celular. En este artículo te explicamos qué es este proceso natural y cómo puedes retrasarlo con buenos hábitos y cuidados específicos.
La senescencia celular puede sonar como un término científico complejo, pero su impacto en nuestra piel es más evidente de lo que pensamos. Es el proceso por el cual las células dejan de dividirse para producir nuevas, lo que da lugar a una pérdida de colágeno y elastina, responsables de mantener la firmeza y elasticidad de nuestra piel. Como resultado, aparecen los temidos signos del envejecimiento: arrugas marcadas, flacidez y manchas.
"Cuando las células dejan de cumplir su función adecuadamente, liberan moléculas inflamatorias que degradan el tejido", explica Raquel González, cosmetóloga y directora técnica de Perricone MD. Este fenómeno, conocido como el límite de Hayflick, señala que las células tienen un número máximo de divisiones que depende de nuestro ADN y estilo de vida.
Aunque la programación genética juega un papel importante, los factores externos pueden influir directamente en la velocidad con la que nuestras células llegan a su "jubilación". Marta Agustí, directora dermocosmética de Omorovicza, señala que el estrés oxidativo, causado por la exposición solar, una dieta inflamatoria y la falta de cuidado de la piel, es uno de los mayores enemigos.
Por eso, si queremos evitar un envejecimiento prematuro, es importante identificar estos factores y tomar medidas preventivas.
Afortunadamente, aunque no podemos detener el proceso de senescencia celular, sí podemos ralentizarlo con unos buenos hábitos. Los expertos coinciden en tres pilares fundamentales para cuidar la salud de nuestra piel:
1. Protección solar diaria
"La radiación UV y la luz azul acortan los telómeros de las células, acelerando su envejecimiento", comenta Mireia Fernández, directora dermocosmética de Boutijour. La solución es simple: usar un protector solar de amplio espectro todos los días del año y reaplicarlo cada dos horas.
2. Una dieta equilibrada
Sole Urrutia, directora nutricional de Advanced Nutrition Programme, sugiere complementar nuestra alimentación con nutricosméticos ricos en antioxidantes como la astaxantina, vitamina A y omegas. Estos nutrientes ayudan a combatir la inflamación y el daño celular desde el interior.
3. Rutina cosmética efectiva
La cosmética también juega un papel clave. "Ingredientes como los retinoides, péptidos e hidroxiácidos regeneran la actividad celular, mientras que otros como la vitamina C y la niacinamida protegen del estrés oxidativo", explica Estefanía Nieto, directora dermocosmética de Medik8.
Como vemos, combatir la senescencia celular no es imposible. Adoptar hábitos saludables, proteger tu piel del sol y usar productos adecuados puede marcar una gran diferencia en la salud y apariencia de tu piel.
¿El mayor secreto? Constancia y prevención. Empieza hoy y tu piel te lo agradecerá en los años por venir.