¿MIEDO A LAS PRIMERAS LÍNEAS DE EXPRESIÓN?
La pregunta del millón: ''¿A qué edad debería empezar a utilizar cremas 'antiaging'?'' ¡Te damos la respuesta!
El paso del tiempo es efímero y, de repente, un día en lugar de comprarte una caja de rotuladores pasas por la sección de belleza a preguntar por cremas antiarrugas. Y es que, muy a nuestro pesar, el envejecimiento forma parte del ciclo de la vida y es inevitable: esos signos de la edad y esas finas líneas de expresión que nos reafirman que ya no tenemos quince años.
Y es ahí cuando la cuestión a la que nunca nos habíamos querido afrontar avasalla nuestra mente: ''¿A partir de cuándo debo utilizar cremas 'antiaging'?''. Sin embargo, la realidad es que no existe una edad concreta para comenzar a utilizar este tipo de cosméticos ya que todo ello atiende a cosas subjetivas como la calidad genética de cada piel o de cómo se cuide cada uno. Pese a ello, sí es cierto que a partir de los 25 años comienza a existir una pérdida natural de colágeno, la proteína que proporciona elasticidad a la piel, y, por tanto, la responsable de que poco a poco vayan apareciendo arrugas.
Eso sí, para prevenir la aparición de esas primeras indeseadas arrugas debes saber que lo mejor es una buena limpieza e hidratación facial desde una temprana edad, así como utilizar protección solar, incluso en invierno, ya que el sol es uno de los primeros factores del envejecimiento de la piel.
Tal y como hemos comentado, pese a que es difícil determinar una edad en la que comenzar a usar cremas antienvejecimiento, es mejor prevenir que curar. Por ello, lo correcto es aplicar este tipo de productos hidratantes y nutritivos ricos en antioxidantes cuando aparezcan las primeras líneas de expresión, pequeñas arrugas o manchitas y no una vez éstas ya estén presentes dado a que será mucho más complicado corregirlas.
Sin embargo, es necesario hacer hincapié en el hecho de que, al igual que no es conveniente empezar demasiado tarde, tampoco lo es comenzar antes de lo indicado ya que ello puede conllevar a un gasto innecesario de recursos celulares.
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