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Como cualquier otro producto, el maquillaje cuenta con una fecha caducidad propia, y es algo importante a tener en cuenta puesto que su uso fuera de fecha puede tener efectos secundarios.
Todos los productos de belleza tienen fecha de caducidad, desde las cremas hasta el maquillaje. Utilizarlos fuera de fecha supondrá una serie problemas para la piel, como irritación, infecciones, acné o eccemas. Además, estos pueden dejar de funcionar correctamente, puesto que sus ingredientes no tendrán el mismo efecto.
Cada producto tiene su vida útil, ya que sus componentes no son los mismos; los que tienen mayor concentración de agua y de aceites, como los maquillajes líquidos y en crema, tienen una vida más corta. Por otro lado, el maquillaje en polvo cuentan con productos que no se deterioran tan rápidamente.
La forma de determinar si un producto sigue valiendo o no es muy sencilla. Basta con mirar el reverso, donde aparecerá un símbolo de un envase abierto seguido de un número como 12M, 18M o 24M. Estos números indican el tiempo que durará el producto desde su apertura.
Es normal no recordar cuándo se ha abierto el maquillaje, por lo que se recomienda mirar si su textura, color u olor han cambiado antes de utilizarlo de nuevo. Para mantener estos productos bien cuidados y, por lo tanto, prevenir posibles daños en la piel, lo mejor es tratar de mantenerlos alejados del sol o de cualquier fuente de calor y evitar tenerlos en el baño, puesto que la humedad también les afecta negativamente.
Para evitar olvidarnos de la fecha de apertura, cuando se estrenen, se puede apuntar el día en el envase. De igual manera, se recomienda no compartirlo con otras personas y, si en algún momento tienes orzuelos, herpes u otro tipo de infecciones de la piel, lo mejor es desecharlos para evitar problemas mayores.