CIRUGÍA ESTÉTICA
Con el auge de las redes sociales y la influencia de celebridades como Kim Kardashian, el cuerpo de reloj de arena ha vuelto a ser el ideal de belleza. La combinación de una cintura estrecha y caderas voluptuosas no solo es posible con genética favorable, sino también gracias a los avances en la cirugía estética, con procedimientos innovadores y seguros.
La silueta de reloj de arena ha sido deseada durante décadas. Hoy en día, este ideal ha cobrado más fuerza gracias a figuras públicas como las hermanas Kardashian, que han mostrado cómo la medicina estética puede transformar cuerpos. Si bien Kim Kardashian ha seguido métodos extremos para lucir una cintura de avispa, hoy en día existen alternativas menos drásticas y más seguras para lograr esa figura tan codiciada.
Con más de treinta años de experiencia, el doctor Ángel Martín, director médico de la Clínica Menorca, es un referente en el campo de la lipoescultura y ha perfeccionado técnicas como la LipoVáser y la lipotransferencia para ayudar a sus pacientes a esculpir su cuerpo y conseguir esas figuras de reloj de arena tan ansiadas.
Tal como explica el doctor, el proceso para conseguir un cuerpo con forma de reloj de arena empieza durante los días previos a la intervención. Estas horas previas son fundamentales para optimizar los resultados, por lo que la persona que va a someterse a la lipoescultura debe seguir estrictamente las recomendaciones del cirujano, que incluyen un régimen específico de alimentación e hidratación para optimizar los resultados.
El día de la intervención, se comienza con la aplicación de anestesia local y sedación. A continuación, se lleva a cabo la técnica de LipoVáser, que se utiliza para extraer la grasa de manera precisa y menos invasiva. Mediante la infiltración de una solución tumescente y el uso de una cánula de ultrasonidos, se rompen las células grasas sin dañar los vasos sanguíneos ni los nervios, lo que reduce los hematomas y el dolor postoperatorio. Además, este método permite un calentamiento controlado que favorece la generación de nuevo colágeno y mejora la retracción de la piel, evitando la flacidez.
Una vez extraída, la grasa se purifica mediante centrifugación y se transfiere a los glúteos mediante inyecciones en los músculos. Este proceso, conocido como lipotransferencia, proporciona volumen y un efecto lifting en la zona glútea. Lo más notable es que la grasa autóloga se asienta de forma permanente, mejorando la calidad de la piel y los tejidos gracias a las células madre presentes en el tejido graso.
Tras la cirugía, se recomienda el uso de una faja compresiva durante aproximadamente un mes para favorecer la recuperación.
Los resultados de LipoVáser y lipotransferencia son visibles desde las primeras semanas, asegura el especialista en estas técnicas, pero el máximo esplendor se alcanza a los seis meses, cuando la transformación es completa y permanente.
Una de las principales ventajas de la LipoVáser y la lipotransferencia es que no requieren incisiones significativas. Esto reduce el riesgo de complicaciones y facilita una recuperación más rápida. Al utilizar la propia grasa del paciente, se evitan posibles reacciones adversas y se obtienen resultados más naturales.
Es importante recordar que cada cuerpo es único y cualquier intervención estética debe ser realizada por un profesional calificado. El doctor Ángel Martín destaca en su campo, garantizando la seguridad y excelencia en cada procedimiento.