PROBLEMA PILOSO

¿Te duele una barbaridad depilarte el bigote? Así puedes librarte de él sin recurrir a la cera

No hay, para muchas mujeres, peor tortura que el momento en que alguien estira con fuerza de un pegote de cera adherido al labio superior. ¿Es tu caso? Existen otras técnicas en el mercado que pueden irte mejor.

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Pese a que la cera caliente o fría es el método más empleado por muchas mujeres a la hora de depilar el labio superior, lo cierto es que tiene numerosos efectos secundarios, desde las manchas que suelen ir intensificándose con la edad a la aparición de granitos y, dicen, también de más arrugas (el famoso código de barras), al haber destensado la piel de forma repetida durante muchos años. La cera fría es algo menos agresiva, además de muy fácil de aplicar, ya que podemos adquirirla en forma de bandas, que solo tendremos que colocar sobre la piel para estirar luego con fuerza y acabar con el vello facial. La cera fría es también menos efectiva que la caliente, pues al no abrir el poro la eliminación de vello no es tan eficaz.

En cualquier caso, sea fría o caliente, la cera es un engorro para todas aquellas mujeres que luchan con esos pelos incómodos cada tres o cuatro semanas, y son muchas las que han decidido plantarse y emplear otros métodos menos agresivos para acabar con ese bigotillo que no parece ser ningún problema cuando lo luce un señor. Son todos estos:

Decoloración

Esta técnica funciona muy bien en chicas con el vello escaso y rubito, y no acaba de cuadrar siempre en aquellas con un vello más grueso y oscuro, pues en ocasiones se ve incluso más cuando se decolora. Si decidimos apostar por la decoloración, es importante probar antes con poca cantidad de decolorante en alguna otra zona del cuerpo (el brazo, por ejemplo), por si hubiese alguna reacción, y si funciona pasar al labio superior. Es una técnica interesante cuando nos duele mucho la cera, ya que tal vez, aunque no dejemos de emplearla, sí podemos espaciar su aplicación y optar por la decoloración cuando el vello aún es corto y poco visible.

Además de los decolorantes químicos, existen otros naturales que, si aplicamos regularmente, pueden ir decolorando el vello del rostro de forma progresiva. Miel y limón, aceite de almendra, vinagre blanco, manzanilla o infusión de canela son algunos de los remedios caseros que podemos aplicar sobre la piel y dejar actuar durante 20 minutos. Si durante ese rato nos ponemos al sol (siempre con protección y durante las horas de menor exposición) los efectos se multiplicarán. El agua oxigenada, muy efectiva, es otro clásico: aplícala a diario durante un mes y verás cómo notas los resultados.

Hilo

Se conoce como depilación hindú y es menos agresiva y más precisa que la cera, además de mucho menos dolorosa. Es recomendable ponerse en manos de una profesional y depilarnos en un centro de estética para disfrutar de todos los beneficios del hilo, especialmente si tenemos la piel sensible (dado que el hilo no toca la piel, no se producen irritaciones). Así pues, si eres de aquellas que cada vez que se depila el labio superior tienes que estar un día sin salir de casa a causa de la rojez, los granitos y la hinchazón, probablemente el hilo sea la solución a tus problemas. No vayas con prisas: el proceso puede tardar tranquilamente una hora. Las pinzas son también una buena opción para complementar este tipo de métodos, pues nos permitirán retirar algún pelo rebelde, desde la raíz, lo que garantiza que no vuelva a salir en unas 2-4 semanas.

Bigote | iStock

Fotodepilación o láser

Dice el refrán que más vale ponerse una vez colorada que cien amarilla. Esto se puede aplicar a nuestra complicada relación con nuestro vello facial en general y con el del labio superior en particular. Así pues, poner fin al rito mensual de depilarnos con cera puede ser una realidad si recurrimos a técnicas de depilación definitiva como el láser o la fotodepilación. Déjate aconsejar por tu dermatólogo y opta por el sistema que mejor se adapte al tipo de vello y a la piel de tu rostro.

Máquina eléctrica de depilación facial

Pese a que son igualmente dolorosas, las máquinas de depilación facial pueden ser útiles para muchas mujeres a las que la cera les da problemas, ya que se les enquistan algunos pelos o les queman ligeramente la piel. Actualmente, hay numerosos modelos en el mercado muy evolucionados, que podemos utilizar en casa y acabar con el vello en apenas unos minutos, aunque, no nos engañemos: pese a los avances duelen una barbaridad, ya que arrancan el vello de raíz.

Cremas con eflornitina

Existen diferentes cremas en el mercado que contienen eflornitina, un principio activo que el pelo necesita para crecer. Debemos aplicar estas cremas siempre bajo prescripción médica, ya que se suelen prescribir a mujeres que padecen hirsutismo a causa de desequilibrios hormonales o de la toma de algunos medicamentos. Se suelen aplicar un par de veces al día y sus efectos se notan enseguida, aunque no son milagrosos. Es conveniente recordar que las cremas con eflornitina ni eliminan el vello ni lo hacen desaparecer: simplemente pueden desacelerar su crecimiento en casos determinados.

Los que no usar

Las técnicas que cortan el vello son indoloras pero también mucho menos efectivas, ya que este crecerá con más fuerza y lo hará pasadas unas horas, de manera que este tipo de sistemas son pan para hoy y hambre para mañana. Hay que evitar, por tanto, cuchillas, afeitadoras eléctricas o cremas depilatorias, pese a la tentación que supone eliminar el vello sin dolor en un plis plas. Nos arrepentiremos unas horas más tarde.