EN Vermont (Estados Unidos)

Levanta una escultura de una mano haciendo una peineta para vengarse de las autoridades que no le dejan ampliar su casa

Ted Pelkey asegura que ha estado librando una batalla cuesta arriba con las autoridades de la ciudad por un garaje que quería construir en su propiedad. Ante su negativa, ha decidido levantar esta escultura de madera de 317 kilos.

El propietario de un negocio de Vermont (Estados Unidos) ha levantado una estatua de una mano haciendo una peineta para vengarse de los funcionarios de la ciudad que no le han permitido ampliar su vivienda. Ted Pelkey asegura que ha estado librando una batalla cuesta arriba con las autoridades de la ciudad por un garaje que quería construir en su propiedad.

"Estas personas me han pasado por el escurridor y no está bien", cuenta Pelkey en una entrevista recogida por The New York Post. "Estaba sentado en un bar y le dije a mi esposa: 'Oye, quiero tener una estatua del dedo del medio y la voy a poner en el césped'", reconoce.

Ha gastado más de 4.000 dólares (más de 3.500 euros) en la escultura de madera, que pesa 317 kilos y está posada en un poste de cinco metros. Pelkey ​​también ha instalado proyectores para que los peatones y conductores cercanos puedan ver su obra de arte en cualquier momento.

Su ira está dirigida a la Junta de Revisión del Desarrollo de la ciudad, que ha estado negando sus intentos de obtener un permiso de construcción para un garaje de 2.400 metros cuadrados. Esperaba poder mudar sus negocios, una empresa de reciclaje y un taller de reparación de camiones, desde la ciudad de Swanton a su propiedad.

Las autoridades no pueden obligarlo a derribar su escultura. La ciudad de Vermont prohíbe las vallas publicitarias, pero el dedo de Pelkey ​​técnicamente no hace publicidad de su negocio. "La estructura no cumple con la definición legal de 'signo' y, por lo tanto, no puede ser regulada por la Ley de Vermont Billboard", señala Jacqui DeMen, portavoz de la Agencia de Transporte de Vermont.

"Ha sido fundamental para mí asegurarme de que mis vecinos y las personas que viven en esta ciudad comprendieran que eso no iba contra ellos", asegura. "Está dirigido directamente a las personas que se sientan en la oficina de nuestra ciudad".

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