Opinión
Esther Vaquero cree que es momento de tomar medidas más eficaces para evitar que las redes se conviertan "en un altavoz de muchas cosas malas". Entre ellas, acabar con el anonimato digital.
Hace tiempo que vengo cambiando mi forma de usar las redes sociales para encontrar el equilibrio entre disfrutar con ellas sin sentirme su esclava.
Conste que me parecen herramientas maravillosas para socializar -aunque sea en la distancia-, para compartir información, humor, reflexiones y talento en general. Pero también son un altavoz para muchas cosas malas.
Por la misma razón se puede encumbrar a alguien o se le hunde en la miseria. Y lo alarmante es que no es su miseria, sino la de otros.
A palabras necias, oídos sordos, ojos ciegos y corazón frío
Una de las últimas damnificadas ha sidoChanel Terrero, que ha desplegado su talento lo mejor que sabe para llegar a Eurovisión y a cambio ha recibido un huracán de odio de parte de quienes preferían otra candidatura.
¿Cómo se gestiona esto? Creo que las plataformas deberían tomar medidas más eficaces. Medidas preventivas, poner mejores filtros. Que no es censurar: porque una cosa es la opinión y otra el odio.
Estaría bien, por ejemplo, acabar con el anonimato digital. La mayoría de los 'haters' se esconden bajo un nombre falso con el que dicen muy cómodamente lo que jamás se atreverían a decir cara a cara.
Y para quienes reciben ese odio solo hay una receta: quererse, valorarse e ignorar a los miserables. A palabras necias, oídos sordos, ojos ciegos y corazón frío. Lo que más va a doler a quien quiere hacer daño es pensar que no ha conseguido molestar. Y si con eso no es suficiente, denuncien. Que la ley actúe.