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ChatGPT: qué es, cómo funciona y por qué no temer esta inteligencia artificial

La gran inversión en esta herramienta está alimentando el temor de que algún día pueda reemplazar a los humanos. Te contamos cómo funciona ChatGPT y por qué no nos dejará sin trabajo.

Últimamente ha habidos dos avances en inteligencia artificial que han reabierto el debate sobre la posibilidad de que las máquinas lleguen a ser más inteligentes que los humanos. Se trata de los generadores de imágenes y de la sorprendente ChatGPT. Lo cierto es que su crecimiento exponencial se debe a la gran inversión que están haciendo las empresas para calibrarlas. Pero, ¿qué es ChatGPT?

Se trata de un robot al que le haces preguntas y te contesta con un nivel bastante alto, de 7,5 sobre 10, pero tal y como explica Sergio Álvarez-Teleña, experto en algoritmos e Inteligencia Artificial, "básicamente, lo que hace es ir a Google y buscar por ti"

La forma de responder de ChatGPT se basa en las mejores respuestas que se han dado para resolver ciertos problemas, a partir de sistemas de valoración que determinan cuál es la respuesta más válida. Esta herramienta aprende de todas esas respuestas y contesta con ellas, pero puede cometer errores si no es capaz de encontrarlas, porque "cuanto menos ponderadas estén, mas difícil le es determinar cuál es la más precisa".

¿Hay razones para temer estos avances?

Para Álvarez-Teleña, tanto ChatGPT como los generadores de imágenes no dejan de ser "dos herramientas muy avanzadas porque parece que versan sobre la creatividad y el conocimiento, pero en realidad son bases de datos y modelos matemáticos. (...) No hay estructura cognitiva, en plan inteligencia humana".

Queda claro así que "falta mucho para que las máquinas nos sustituyan" tal y como reconoció la propia empresa que está desarrollando ChatGPT, pero sí puede ser interesante porque permite iniciar el trabajo con unas pistas iniciales ya facilitadas por la máquina. "Somos los humanos quienes tenemos que poner nuestro criterio y creatividad sobre ella", recalca Sergio Álvarez-Teleña.

Lo mismo ocurre con los generadores de imágenes. Permiten escribir un contexto y automáticamente generan una imagen de esas características con más o menos realismo. Sin embargo, los usuarios se dieron cuenta de que había que aprender a comunicarse con la máquina para conseguir los efectos deseados. "Los creativos de imágenes temieron perder su trabajo pero quizá acaben siendo los que mejor entrenen esas máquinas", analiza Álvarez-Teleña sobre esta tecnología

La parte negativa de ChatGPT y los generadores de imágenes

Para este experto, lo peor de ChatGPT y los generadores de imágenes es que "en vez de generar más riqueza de pensamiento, hará que todos partamos de los mismos puntos, porque nuestra semilla será lo que diga la máquina y será lo mismo para todos". De nuevo se pone en valor la necesidad de que sea el ser humano quien las moldee para obtener el mayor beneficio.

Su conclusión: "No es inteligencia artificial, no han venido a por nuestros trabajos, solo herramientas en las que apoyarnos. Hay que adaptarnos y aprovechar todo lo bueno de ellas".

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