Las versiones de los sospechosos de la desaparición de Esther López, cuyo cuerpo ha aparecido en Traspinedo

La autoridad judicial ha confirmado que el cuerpo localizado este sábado en Traspinedo, Valladolid, corresponde con el de Esther López, de 35 años, desaparecida la madrugada del 13 de enero. El cadáver ha sido encontrado esta mañana por un vecino que paseaba por la zona, ya rastreada y visible cercana a la carretera que llega a este municipio vallisoletano.

El cuerpo encontrado estaba en superficie a unos 3,5 kilómetros de su entrada, un tramo que la Guardia Civil ha cortado para impedir el acceso y dejar que trabajen los especialistas en inspección ocular, la judicial y el Instituto de Medicina Forense, que ha llegado como a las cuatro de la tarde.

Hasta ahora, el único detenido por la desaparición de Esther López quedó en libertad hace una semana, el 28 de enero, ante la falta de indicios que le inculparan con el caso. Los investigadores también tienen el foco puesto en los amigos que estuvieron con Esther esa noche.

El encargado de conducir el vehículo en el que viajó Esther ha cambiado en tres ocasiones de versión. Estas son las 3 versiones que da para justificar el hecho de que Esther se bajara del coche de madrugada en plena carretera nacional:

• Cuenta que va con Esther en el coche y discuten porque ella quiere seguir de fiesta y él no. La deja en el cruce y él se marcha a su casa.
• Discuten porque él no quiere continuar la fiesta y la deja en ese cruce porque alguien va a ir a buscarla. Asegura que desconoce la identidad de la persona que ha quedado con Esther.
• Ella quiere seguir de fiesta y se baja del coche porque quiere convencer a otro amigo que se encuentra por la zona de que salga con ella.

Los agentes también están investigando al otro compañero que estaba en el coche con ambos. Los amigos han declarado en todo momento que se subió al coche de uno de sus amigos y le pidió continuar la fiesta, a lo que sus amigos se negaron. Por eso, Esther López se bajó del coche y, desde entonces, no se sabe nada de ella.

Sin embargo, apunta el periodista Nacho Abad que hay una contradicción en sus palabras que ha puesto sobre alerta a los investigadores. Cuando salen de la casa de uno de ellos dicen que el bar La Maña está cerrado, cuando en realidad está abierto. En la azotea de este bar hay cámaras de seguridad que podrían haber registrado lo sucedido aquella noche.