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Okupación

Los vecinos de Almonacid logran que los okupas de 4 viviendas se marchen gracias a una cacerolada

El pueblo de Almonacid, en Toledo, ha conseguido desokupar 4 viviendas a golpe de cacerolada. Ahora, siguen vigilando para que no vuelva a producirse.

Los vecinos de Almonacid se movilizan contra los okupas. Unos 300 vecinos de este pueblo han conseguido desalojar a un grupo de okupas que se había instalado en 4 viviendas. El temor a nuevas okupaciones se había instalado en el pueblo que decidió actuar.

El pueblo unido con una cacerolada consiguió echar a los okupas de las 4 casas y después inmediatamente las han tapiado para que no puedan volver. Aún así, están intranquilos. Siempre se concentran en la calle de las viviendas grupos de vecinos para vigilar. No quieren que vuelva a ocurrir aunque han logrado que se vayan pacíficamente.

Los vecinos habían visto cómo los okupas entraban hasta en 4 casas en 2 días y no pacíficamente. Cuentan que el día de la manifestación les intentaron incluso atropellar y agredirles. Cacerola en mano se unieron y protestaron frente a las viviendas okupadas para manifestar su indignación. Algunos incluso llevan varios días sin dormir y han tenido que hacer guardia en sus domicilios.

Horas después, se llevaron una sorpresa al comprobar que se habían marchado. La alcaldesa de la localidad, Almudena González, temía incluso que hubiera represalias porque eran muy agresivos. Siguen vigilando aunque, de momento, ha vuelto la paz al pueblo.

Oficina antiokupa en Collado Villalba

La oficina antiokupas se pone en marcha tras una llamada. Un equipo de Antena 3 Noticias se desplaza para conocer a una afectada, guardamos su identidad por motivos de seguridad, está amenazada de muerte por los okupas. Lleva 2 años viviendo en una furgoneta con sus hijas. "Tengo miedo, me he estado moviendo con la furgoneta por distintos sitios para no ser encontrada", explica.

Es una vivienda de protección oficial y al estar okupadano pueden reubicarla. "Que me realojen donde sea, no por mí, sino por esas niñas". Sus hijas, explica, tienen que estudiar en la furgoneta y tiene que hacer los deberes en centros comerciales. El responsable de la oficina antiokupas le explica que están ya informados del caso y que la van a ayudar.

De vuelta en la oficina, un vecino espera. Ha acudido para pedir ayuda. Él y su familia llevan 16 años viviendo junto a un bloque de edificios okupado. "Una noche sí y otra también, hay ruidos, jaleos, peleas e incluso trapicheo. Yo lo veo", dice sobre su situación.

Los okupas llegaron incluso a entrar en su bloque a través de unos arbustos para, asegura, "colarse en la piscina". La oficina de Collado Villalba es la primera de este tipo en España.

En el mes y medio que llevan abiertos ya han podido ayudar a "200 personas que han pasado por la oficina" y han podido tramitar "unos 80 caos". De esta manera, tienen proyectos de apertura en otros municipios.

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