acusado de abusar de su hija desde que esta tenía seis años
Un hombre vecino de Ferrol procesado por supuestos abusos sexuales a su hija desde que esta tenía seis años ha negado las acusaciones, aunque ha admitido que, en alguna ocasión, la castigó dejándola en ropa interior en una habitación por sus malas notas. Al respecto, ha precisado que el mismo castigo lo usó con su hijo mayor.
En la primera sesión del juicio, en la Audiencia Provincial de A Coruña, ha negado que hubiese realizado tocamientos a su hija o le hubiese obligado a masturbarle o a realizarle una felación. En la misma línea, ha rechazado haber realizado tocamientos a una amiga de su hija, que pasó un tiempo en su casa, sita en el partido judicial de Ferrol, tras un accidente.
Sin embargo, sí ha admitido que cerraba la puerta cuando, según ha explicado, le realizaba las curas en una pierna. A preguntas de la Fiscalía, ha dicho que lo hacía para que su hijo mayor no viese a la joven que, de acuerdo con su explicación, tenía el pantalón bajado para que él pudiese hacerle las curas.
Según sostiene el Ministerio Público, los abusos hacia su hija se produjeron cuando ésta tenía entre seis y 11 años y, posteriormente, entre los años 2009 y 2010 cuando la menor contaba ya con 12 ó 13 años. En 2012, se habría producido los tocamientos hacia la amiga de su hija.
Por estos hechos y por la tenencia y distribución de material pornográfico, con imágenes de menores de edad, pide para él penas que suman 16 años de prisión, además de una indemnización de 50.000 euros para la hija y de 9.000 euros para la amiga. La acusación particular eleva la petición de indemnización para la primera a 65.000 euros. Mientras, la defensa solicita la absolución.
En su declaración, y sobre el material pornográfico localizado en su ordenador, el acusado ha rechazado también que fuese suyo y ha alegado que no solo él, sino toda su familia, usaba el ordenador. Ha manifestado también que él y su mujer tuvieron problemas con la hija, de la que aseguró que llegó a autolesionarse. Además, a preguntas de Fiscalía, ha admitido que la dejó dormir una noche en la calle, en un coche, cuando se enteró de que estaba embarazada.
Mientras, ha rechazado que la insultase por la ropa que se ponía. "Le decía que parecía una guarrilla así", ha reconocido, sin embargo. Por otra parte, ha admitido tener dos bolígrafos y un reloj espía, pero ha negado que los usase para grabar. Sí admitió que en una ocasión entró en el baño cuando su hija y amigas se estaban duchando, pero ha negado que las viese desnudas.
Por su parte, la denunciante ha declarado que tenía "miedo" a su padre y que cuando realizaba los abusos le decía "que iba a jugar". A partir de los 12 años, precisó que, de los tocamientos, el acusado pasó a pedirle que "quería más".
"Actos sexuales completos", ha señalado en su declaración en la que ha explicado, entre sollozos, algunos de los episodios vividos cuando era niña y adolescente. El juicio está previsto que prosiga este jueves con la declaración de más testigos.