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Pontevedra

Segundo día de luto en O Porriño por el fallecimiento de un bebé en el interior de un coche: "Todos estamos con esa familia"

La autopsia confirma que la muerte del menor pudo ser por un golpe de calor.

Nadie logra asimilar lo ocurrido en O Porriño. Un niño de dos años perdía la vida en el interior de un coche tras varias horas. Su madre no lo dejó en la guardería y se marchó al trabajo como un día cualquiera. El padre fue quien dio la voz de alarma, pero los servicios de emergencias no pudieron hacer nada por salvarle la vida. Los padres continúan en estado de shock por lo sucedido y declararán después del funeral. La autopsia apunta a un golpe de calor.

Pasaban las 15.30 de la tarde cuando el padre del bebé fue a buscarlo, como cada día, a la guardería. Al no encontrarlo llamó a su mujer. Ella se encontraba en su puesto de trabajo, en una empresa farmacéutica de O Porriño, de donde salió corriendo al parking. "Recibimos una llamada del 112, teníamos que trasladar a un equipo médico al parking de Lonzas", relata Suso Costa, policía local de O Porriño. "Al llegar, ya había una ambulancia, los médicos trataron de hacer todo lo posible, pero, al poco tiempo, certificaron la muerte".

"Es una desgracia, algo muy triste". Son los comentarios que más se reproducen entre todos los vecinos de este ayuntamiento pontevedrés. Hoy cumple su segundo día de luto, con las banderas a media asta: "por nuestra parte cancelamos todas las celebraciones y los plenos previstos", añade Manuel Alejandro Lorenzo, alcalde de O Porriño. La conmoción en el municipio sigue presente: "todos estamos con esa familia", dice una mujer, que añade "sobre todo, con esa madre". "Se nos ponen los pelos de punta, pero todo el apoyo", apunta otra vecino, quien reconoce que "le pasa a cualquiera, el estilo de vida que llevamos de estrés, día a día, es así".

El ayuntamiento debería estar celebrando 'Porrigalia', unas olimpiadas que reúnen a muchas personas en la villa. Todos han entendido perfectamente que no era el momento de celebrarse. Ahora, la Guardia Civil revisará las cámaras de seguridad del parking y los padres declararán después del funeral. La madre será investigada por un presunto homicidio imprudente, aunque todo apunta a un trágico despiste.