Permiso penitenciario
Patricia Ramírez, la madre del pequeño Gabriel Cruz que fue asesinado en febrero de 2018 en Níjar (Almería), ha solicitado que se active una pulsera de control para D.M.F.A., el hombre condenado por acosarla y que llegó a estar detenido durante la búsqueda del menor, ante su inminente salida de prisión tras haberle sido concedido un permiso por Navidad de tres días, según ha detallado la afectada.
En un comunicado, Patricia Ramírez ha confesado sentir "miedo" ante la medida dado que "durante meses su acoso fue muy intenso, llegando a dormir en las inmediaciones de la casa" por lo que ha reclamado que se adopte la medida de protección antes de su salida, prevista, según ha añadido, este 24 de diciembre.
"Creo que debe de salir controlado y con las medidas de evaluación necesarias" ha añadido antes de insistir en los "dos años" en los que vivió "una situación de miedo difícil de sobrellevar que en estos momentos podría volver a reproducirse".
"Me enteré hace aproximadamente tres días y estoy intentando protegerme con las herramientas que tengo a mi alcance luchando para sentirme algo más segura, creo que hay que proteger a las víctimas y en este caso no se está haciendo lo suficiente", ha valorado la madre de Gabriel quien apunta que, al no haber tenido una relación sentimental con él, no le corresponden medidas de protección derivadas de la ley de violencia de género "a pesar de tener ya cinco condenas en firme por la obsesión que mantiene conmigo".
En este sentido, ha indicado que no ha sido informada de su estado o si su acosador se encuentra en tratamiento, si bien espera que "su evolución sea positiva en su conducta obsesiva" hacia ella. "No sé si es así, no hay informe forense que se haya practicado recientemente que así lo determine, ni se me ha informado de nada", ha dicho ante los tres días que le han sido concedidos al reo.