Ruido
Peleas, enfrentamientos y ruido son secuencias que casi a diario soportan los vecinos del barrio coruñés de Orzán. A pesar de que las denuncias vecinales lograron cerrar hasta cinco locales en el último trimestre, los niveles de ruido siguen estando por encima de lo permitido.
No es nada nuevo. Es un problema que arrastran desde hace años los vecinos de este barrio del Orzán, en A Coruña. Ellos nos cuentan que cada fin de semana tienen que soportar peleas, suciedad y comportamientos incívicos. "Vomitan y dejan vasos rotos", nos cuenta un vecino. Otra afectada asegura que "hay mucha droga y cuando la gente va en ese estado, no es consciente de nada. A veces, se cuelan en nuestros edificios para hacer botellón, orinan en los portales... Es insoportable".
Y eso no es todo. El ruido que hace la gente que se aglomera fuera de los bares ha provocado trastornos de sueño a muchas personas de la zona. "Tenemos gritos y ruidos en la calle hasta las 4 o 5 de la mañana, y los locales superan los decibelios permitidos por la ley", asegura José Luis Méndez, vicepresidente de la Asociación de Vecinos del Orzán. Ellos han interpuesto varías denuncias y han logrado que la Justicia cierre ya varios locales que incumplían la normativa. Aún así se quejan de la falta de contundencia del Ayuntamiento: "La alcaldesa dice que la gente tiene derecho al ocio nocturno y a estar en la calle; nosotros reclamamos nuestro derecho al descanso".
Son muchos los afectados que defienden la existencia de locales porque "todos tienen derecho a trabajar, el problema no está en los bares, está en la calle". Critican la falta de vigilancia policial con la que creen que se solucionaría el problema de los ruidos y las peleas. Una vecina insiste en que "deberían hacer más rondas las patrullas, porque solo vienen cuando algún vecino las llama y, por lo general, cuando llegan ya es tarde, porque la gente se ha marchado".