Sandía
La sandía es por derecho propio una de las frutas estrella del verano, pero con la subida de los precios de los últimos meses también se ha convertido en símbolo de la inflación. Su coste se ha disparado y los comerciantes advierten de que no pueden rebajarla porque entonces trabajarán a pérdidas y no podrán asumir los gastos.
El rey de las sandías
Ante esta situación, Carlos Moreno ha puesto en marcha una iniciativa que está teniendo gran éxito. Este agricultor madrileño se lanzó la semana pasada a vender sus sandías a pie de campo y sin intermediarios. Lo hizo a 1 euro cada 3 kilos y con ello consiguió vender 10.000 unidades.
El ya conocido como "rey de las sandías" explica que su plan comenzó cuando una mujer le confesó que, debido a la escalada de precios, este verano no podría comer la fruta. Entonces, Carlos se puso manos a la obra y contactó a agricultores de toda España. El truco de este comerciante es "ganar poco margen". "Con 25 céntimos por pieza me sobra, no me hace falta ganar más", asegura.
Para publicitar sus frutas a precios inmejorables utiliza su página de Facebook donde publica ofertas diarias. El objetivo según Carlos es "vender todas las sandías que hay en España, vaciar todos los campos y que los agricultores ganen dinero y que pongan ellos el precio".
Debido al éxito de su plan, el vendedor ha decidido redoblar la apuesta: "Las sandías que vamos a traer esta semana van a ser dos sandías a un euro. Están entre 1,5 y 2 kilos, pero el precio lo ponen ellos", detalla.
¿Cuáles son las frutas que más han subido?
Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), las frutas que más han sufrido los estragos de la escalada de precios han sido la sandía, melón y melocotón. Al respecto, la organización ha señalado que "el 62% de los consumidores ya ha modificado sus hábitos de compra, adaptándolos a su renta" y que "uno de cada cinco reconoce que ha dejado de comprar alimentos como la carne, el pescado, las frutas y las verduras". Con esta situación, "el consumidor va a buscar productos sustitutivos" y "otro tipo de postres que a sus ojos resulten más baratos" aunque "puede que no coincidan con los más sanos".