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Cabinas telefónicas

Redondela, la ciudad "amiga de los libros": sus cabinas telefónicas ahora llamarán a la lectura

Las viejas cabinas telefónicas de la localidad gallega de Redondela pasarán a ser espacios culturales que invitarán a los vecinos a compartir libros.

Una cabina telefónicaAntena3Galicia

Son historia de las telecomunicaciones. Las viejas y maltrechas cabinas de Telefónica tienen los días contados en las calles. No así en Redondela, donde no tienen los días contados, sino tenían. Y es que en este caso hay que hablar en pasado porque, desde el Servizo de Normalización Lingüística del municipio, quieren convertirlas en puntos literarios. La idea ya funciona en otros países como Reino Unido, donde las cabinas son espacios abiertos a la cultura.

Queremos que Redondela sea amiga de los libros”. Así se expresa Digna Rivas, la alcaldesa de este ayuntamiento pontevedrés donde quieren que las cabinas no sean solo “objetos museísticos”. Para ello han puesto en marcha este proyecto cultural. Bajo el nombre de ‘La cabina literaria’, los vecinos redondelanos podrán compartir libros en estas zonas que “promocionan la lectura, destacando la lengua gallega”. En ellas también se podrán encontrar “los libros de parroquias”, otro proyecto que tiene en marcha la alcaldía.

Sin embargo, para poder encontrar habrá que esperar. Las cabinas estarán instaladas en tres puntos concretos de la villa: Fonte de Santiago, Plaza de la Constitución y Plaza de Ribadavia. Serán fáciles de identificar porque los exteriores de las casetas tendrán instrucciones sobre el servicio de préstamo, además de ilustraciones con información sobre la historia del teléfono y alguna curiosidad.

Las cabinas no han dejado de funcionar por completo

Desde enero de este año, este tipo de mobiliario ha dejado de funcionar por completo. Quedan, todavía, más de 14.000 en toda España que no se han retirado, pese a que ya no son un servicio universal obligatorio. Como la retirada va a llevar tiempo, ayuntamientos como el de Redondela buscan darle una segunda vida a las cabinas telefónicas. “Queremos mantenerlas y conservarlas, pero con una utilidad práctica”, apunta Rivas.

Las cabinas seguirán siendo parte del paisaje urbanístico de muchos municipios de toda España. En ninguno se puede llamar ya desde ellas, en otros, la llamada es a la lectura.

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