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Recogen firmas contra un cura que ni casa ni bautiza: "Lo que no quiere es trabajar"

El cura de Bouzas no celebra bautizos ni comuniones desde hace tres años y los feligreses se rebelan contra las prácticas del párroco.

Los vecinos de Bouzas (Vigo) llevan desde 2019 sin disfrutar de la vida parroquial tal y como la conocían. En otros municipios las iglesias han recuperado su actualidad, pero en San Miguel de Bouzas parece que las restricciones siguen.

"Ni bautizos ni comuniones. Han quitado también la catequesis y, por supuesto, las bodas, cuando esta era una parroquia en la que antes había lista de espera para casarse", explica María del Carmen Cambeiro, cofrade y ex miembro de la junta de la Cofradía del Nazareno y la Virgen Dolorosa de Bouzas a El Faro de Vigo.

Esa es la forma de proceder de su sacerdote, Juan Carlos Rial, que llegó a la parroquia hace poco más de tres años. Los cambios que el párroco ha venido ejecutando en su corto período al mando de la parroquia, como exponen los vecinos, son más que significativos.

Las feligresas ya no se ocupan del costurero de la parroquia donde solían reparar las túnicas de la cofradía. También ha "aniquilado" la sesión de ensayo del coro, al no seguir permitiendo el uso de la Casa das Novenas donde quedaban cada semana, además de no permitir flores dentro del templo. El último detonante fue la imposibilidad de celebrar la procesión de la Borriquita la pasada Semana Santa.

Los vecinos se manifiestan en contra

Ante tanto "desprecio y desplante", los vecinos decidieron movilizarse. Hace pocos días que presentaron más de 500 firmas , recogidas en tan solo 24 horas, ante el obispado con el objetivo de que se tomen cartas en el asunto y llamen al orden al párroco.

Las dos quejas anteriores presentadas ante la entidad diocesal no han dieron los frutos deseados. Las eucaristías se han reducido a la mitad y es una situación que está provocando el trasvase de feligreses a otra parroquia colindante, la iglesia del Rocío.

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