Agresión Igualada
El acusado buscó tres días después de agredir a la menor noticias poniendo en Internet 'chica violada en Igualada'.
Cuarto día de juicio por la brutal agresión a una menor de 16 años el pasado 1 de noviembre de 2021 en la localidad barcelonesa de Igualada. Este jueves ha declarado el acusado. Brian Raimundo Céspedes se ha declarado inocente y ha señalado que no se identifica en las grabaciones que capturaron 150 cámaras de seguridad y que posteriormente emplearon los Mossos d'Esquadra para dar con él. "Discutí, aunque no me acuerdo muy bien por qué con un amigo. Seguí bebiendo. Estaba bastante mal, no podía ni caminar", ha dicho sobre la noche en la que salió de fiesta con unos amigos para después agredir sexual y físicamente a la menor.
Una de las informaciones desconocidas hasta esta semana ha sido la de que el autor de los hechos rastreó en Internet solo tres días después de propiciar la agresión contra la chica poniendo 'violación en Igualada'.
Muchas de las conductas que fomentamos en la infancia pueden florecer en la vida adulta dando lugar a episodios traumáticos. Pero en ocasiones la ciencia es incapaz de desgranar lo que se podría confirmar como un episodio cruel y traumático. Ni la víctima ni su familia declararán en el juicio a petición de la Fiscalía porque, debido a los hechos tan graves que se sucedieron durante aquella noche, la Audiencia de Barcelona decidió solamente reproducir una grabación de la declaración de la joven. Esta fue tomada en fase de instrucción.
La madrugada de Halloween del año 2021 transcurría con total normalidad para la menor. Una noche de fiesta, de compartir con amigos... pero todo cambió radicalmente al término de la misma. Eran las 6 de la mañana cuando la víctima salió de la discoteca Epic. Pretendía coger un tren con el que regresar a su casa pero, tras revisar las cámaras de seguridad, se comprobó que un hombre la perseguía. La estaba intimidando. Portaba una capucha.
Tras arrastrarla a la fuerza hasta una calle oscura, empezó a cometer sus actos. La agredió física y sexualmente en 20 minutos. Lo hizo con una barra de hierro que acabaría partiendo el cráneo de la menor. Eso hizo que se quedase luego inconsciente en el suelo. Antes de irse, le robó la ropa que decidió regalada un día después a su novia.
Era un día festivo -el de Todos los Santos- pero había un hombre en la zona donde quedó la menor que conducía su camión para trasladarlo a la nave de su empresa. Estaba amaneciendo y, desde la cabina, observa algo que le generó un gran impacto: una "niña" tirada sobre el asfalto en posición fetal.
"Estaba temblando, supongo que de frío. Estaba desnuda de cintura para abajo y con la camisa arrancada. Había mucha sangre. Me saqué la chaqueta de trabajo y se la puse encima", ha compartido en una declaración que ha tomado como testigo este camionero.
Pensaba que estaba muerta. Lo primero que hizo fue taparla con una chaqueta e intentar conversar con ella, pero la víctima solo era capaz de decir constantemente "no", con una voz tenue.
Estuvo durante 3 días en la UCI y dos meses ingresada en el hospital. Allí se sometió a más de 6 operaciones quirúrgicas. Su cuerpo quedó destrozado con tan solo 16 años.
Veintitrés cámaras de seguridad capturaron el preciso momento en el que el agresor golpeó a la víctima en varias partes de su cuerpo. La penetró "de manera brutal" por vía anal y vaginal", lo que supone un "absoluto desprecio a su condición de mujer". Tras conocer el relato de los camioneros, los Mossos d'Esquadra abrieron una investigación policial para dar con Brian Raimundo.
Varios agentes que participaron en ella han contado en el proceso judicial cómo detuvieron al agresor. Después de no poder contar con el testimonio de la menor por la poca información que daba -no recordaba nada del episodio traumático-, los agentes fueron descartando en qué sitios se había podido cometer la agresión física y sexual. Una de las cámaras grabó la persecución del autor de los hechos a la menor a las 6:14 horas de la mañana.
La policía local de Igualada alertó a los agentes de un suceso que tuvo lugar aquella noche. Un vecino había denunciado que 11 individuos habían propiciado golpes con su vehículo. Tras identificar a la personas en un vídeo que grabó un testigo de estos hechos, se vio "claramente" que una de ellas llevaba la misma vestimenta que el principal sospechoso. Nadie de la banda conocía al mismo excepto uno de los chicos. La geolocalización del teléfono de este último estaba "enganchada al repetidor de la víctima".
Así, los agentes consiguieron contactar con la empresa en la que trabajaba y obtener los datos del padrón. Conocieron su nombre y la dirección de la casa en la que vivía, en el centro de la localidad barcelonesa.
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