Incendio forestal
Greenpeace propone construir pequeños diques, sacar la madera quemada y dar tiempo a los ecosistemas para su recuperación.
Los incendios han marcado este 2022 con 54 grandes incendios forestales y una superficie quemada estimada en 300.000 hectáreas. Tras un duro verano, las fuertes tormentas están generando una catástrofe ecológica en las áreas de nuestro país arrasadas por los incendios, es lo que se conoce como 'chapapote de monte'.
Por eso es vital evitar que las cenizas de esos fuegos sean arrastradas por los torrentes ya que son fundamentales para la regeneración de los bosques y para evitar que contaminen los acuíferos.
Uno de los incendios más devastadores de 2022 se vivió en Valdepeñas de la Sierra, en Guadalajara, el pasado 19 de julio. Más de 3.000 hectáreas quedaron arrasadas. Ahora la naturaleza empieza a rebrotar gracias a los propios restos del fuego. Sin embargo, el sonido de la lluvia puede ser muy dañino si cae de forma torrencial.
"Es fundamental en estos días de lluvia, asegurar que esas cenizas, el llamado 'chapapote del monte', no llegue a través de las correntías superficiales a los cursos de las aguas", explica Mónica Parrilla de Greenpeace España. Greenpeace propone realizar pequeños diques perpendiculares a la pendiente en laderas muy empinadas para evitar pérdida de suelo y frenar la escorrentía (los arrastres de agua) para retener el suelo; poner obstáculos a la circulación del agua en las laderas e impedir la formación de regueros y cárcavas (socavones).
También plantean realizar construcciones provisionales en arroyos, ríos y lagunas para evitar que lleguen sedimentos y cenizas que contaminen los cursos de agua y afecten a la vida piscícola, así como sacar madera quemada para evitar riesgo de plagas y enfermedades.
Sin embargo, en Valdepeñas de la Sierra, sus apenas centenares de habitantes, con una edad muy avanzada, se ven impotentes para esas labores: "Para nosotros eso literalmente es imposible".