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Enfermos sin identificar

Pacientes sin nombre: "Muchísimas personas mueren en hospitales, en la calle, y quedan sin identificar"

¿Qué ocurre con los pacientes que ingresan en urgencias sin identificar? ¿Cómo saben los médicos qué tratamiento es el mejor para ellos sin conocer su expediente médico? ¿Y si mueren sin un nombre ni una familia a la que avisar?

10:23 de la mañana, Emergencias de Guadalajara recibe una llamada. Es Antonio, camionero de Rumanía que ha comenzado a encontrarse mal. Ha parado su camión, ha bajado y ha dado la voz de alerta. Cuando los sanitarios llegan al lugar lo entuban y aunque conocen su nombre porque él mismo se lo indicó al 112, no lleva encima ningún documento, ninguna pista de su identidad, ni tampoco de un familiar al que se pueda contactar, y su móvil se cree está en la cabina del vehículo cerrado con llave. Este paciente lleva hospitalizado en coma en la UCI varios días con una pulsera identificativa que responde a Antonio XXX. Su historia no es la única.

Gente que sale a hacer deporte y sufre algún percance, personas sin hogar, extranjeros que llegan a España sin documentación... Las casuísticas son diferentes, pero todos ellos pasan a formar parte de un triste colectivo, el de los pacientes sin identificar. Nadie piensa en ellos en la sala de espera y por triste que parezca pasan a ser un "paciente ficticio" con el que los médicos vuelven a bautizarlos.

Desde la Newsletter de Antena 3 Noticias hemos indagado en este tema de la mano del doctor Carlos Mascías, Director Médico de HM Madrid Río y de Serafín Giraldo, inspector jefe de la Policía Nacional. Ambos coinciden en que estos casos son "excepcionales" aunque ocurren. "No es una situación a la que normalmente nos enfrentemos, pero tampoco es una cosa rara, rarísima. A veces vemos sin identificar, por ejemplo, a mucha gente que está haciendo deporte y puede sufrir algún tipo de evento y llegar sin identificar y sin capacidad para decir: 'me llamo Carlos'".

Cuando un paciente sin nombre ingresa en urgencias, los médicos añaden a sus funciones la de detective. Averiguar quién es ese enfermo es fundamental para saber si tiene alguna intolerancia o algún antecedente que puedan poner más en riesgo su vida.

"Mi experiencia personal, cuando yo trabajaba como médico de urgencias, es que éramos centro de referencia de uno de los albergues de gente sin hogar y ahí muchas veces recibíamos personas que no sabíamos quiénes eran... y luego, accidentes deportivos muchísimos. Ahora tenemos los teléfonos móviles que a veces nos pueden ser de cierta utilidad, pero también hay que saber desbloquearlos. A veces con el reconocimiento facial podemos desbloquearlo y buscar en la agenda el AA y es una manera de obtener información, pero otras veces es imposible, por eso requerimos de la policía".

Si desde el hospital no se consigue saber quién es, entonces se recurre a la Policía. "Cuando nos enfrentamos a un paciente, que normalmente va a entrar traído por alguien que le ayuda, o por el servicio de Emergencias, nosotros lo que hacemos es darle una entrada como paciente ficticio en el sistema, empezar a atenderle y dar un aviso a la policía local para que nos ayude", explica el doctor Carlos Mascías.

"Lo primero es tratar de identificar a esas personas. ¿Cómo? A través de su DNI o cualquier otro documento que pueda llevar encima, documental, por ejemplo el pasaporte o por ejemplo el carné de conducir. A partir de ahí, si no se halla el DNI o cualquier otro documento, se recurre a bases de datos policiales, a bases de datos para saber si una persona con esas características físicas está en bases de datos policiales. En tercer lugar, y ya dando cuenta al juez, se trataría de identificar a través de huellas o de ADN, pero esto ya es lo último, ya son casos extremos", explica Serafín Giraldo, que añade: "En general, siempre se consigue documentalmente o a través de bases de datos".

En esos momentos, en los que una milésima de segundo es cuestión de vida o muerte, ¿cómo sabe el profesional sanitario qué hacer sin conocer los antecedentes y el historial médico del señor ficticio? Pues para el doctor, este dilema no solo surge con los pacientes sin nombre. "Desgraciadamente, esto no solo pasa con este tipo de pacientes, sino que hay pacientes que no recuerdan estos datos. El dato sanitario desgraciadamente no viaja con los pacientes". Carlos Mascías añade además que "la información sanitaria todavía no está compartida en el sistema público privado y ni siquiera está compartida en las propias Comunidades Autónomas en España, ya no te digo si viajas al extranjero. Entonces, sí que puede ocurrir que un paciente perfectamente identificado no nos pueda decir si es alérgico o no, qué enfermedades tiene o la medicación que toma. Ahí los médicos actuamos de forma empírica, es decir, vamos a intentar hacer el mayor bien posible en función de la situación que tiene y vamos a intentar no fallar".

En España es complicado poner un porcentaje a estos pacientes. Sí se conoce el número de personas desaparecidas durante 2023. Un total de 15.126 personas fueron denunciados como desaparecidos el año pasado. Un 66% de las mismas se resolvieron en la primera semana y solo un 1% falleció por suicidio o muerte natural. En este informe del Centro Nacional de Desaparecidos se indica también que hay 294 cadáveres sin identificar.

La cosa cambia si el "paciente Ficticio, Ficticio, Ficticio con DNI ficticio" fallece en el hospital. "Entonces sí se contrastan las huellas, se contrasta el ADN y cualquier otro documento" indica Serafín Giraldo. Esta excepcionalidad en la que coinciden Giraldo y Mascías, "ni siquiera te podría decir que ocurre una vez al año", estima el doctor, varía cuando hablamos de extranjeros. El inspector jefe tiene en su cabeza muchos ejemplos de personas que llega a España sin documentación. "Hay muchísimas personas que mueren en hospitales, que mueren en la calle, que mueren de muerte natural... Y siempre tiene que ser un médico quien certifica la muerte y quedan sin identificar ¿por qué? Porque a pesar de que se pueden recoger las huellas o se puede recoger el ADN, no hay contraste, es decir, no podemos contrastarlas en bases de datos. Por tanto, hay muchas personas que fallecen sin identificar. De hecho, hay incluso en los cementerios lugares con personas con un número", dice Serafín Giraldo.

"No resucitar"

Preguntamos al doctor Mascías por un debate médico que se puso sobre la mesa en el año 2017 y del que se hizo eco incluso la revista 'New England Journal of Medicine'.

¿Es un tatuaje una declaración de intenciones? En ese año un hombre llegó en estado de 'shock' a un hospital de Florida, con un tatuaje de la frase "No resucitar" como única seña de identidad.

Este hombre necesitó maniobras de reanimación, pero el tatuaje planteó un dilema entre el equipo de profesionales. En un primer momento, los médicos actuaron guiados por su vocación de salvar vidas, pero cuando consultaron el caso con el equipo ético del hospital se les dio diferentes instrucciones. En consecuencia, el equipo de UCI, cuando volvió a ser necesario, no practicó dichas maniobras de reanimación y el paciente falleció.

"Fue un caso muy famoso y todos los que nos dedicamos a la asistencia sanitaria debatimos intensamente cómo hubiéramos actuado si nos entra ahora mismo en un servicio de Urgencias. Afortunadamente, nosotros en España ya tenemos este tema resuelto porque ya hay un instrumento que son las voluntades anticipadas, el registro de instrucciones previas donde cualquier persona sigue un procedimiento y ya declara ante notario con testigos en un sistema que es consultable por el hospital desde una plataforma. Es lo primero que nosotros preguntamos al propio paciente o a la familia. Obviamente, el debate de 2017 iba en torno a si yo he tenido la serenidad de tatuarme eso y no ha sido una noche de resaca que se supone que con la implicación que tiene me hubiera encargado de borrármelo, tenemos que asumir por defecto que es una declaración de voluntades del paciente", explica Carlos Mascías.

¿Y si es un delincuente?

Hay otra casuística peculiar por la que también preguntamos a Serafín Giraldo y es la de posibles delincuentes que son hospitalizados sin identificar: "Esto pasa muchísimas veces. Cuando llega a un hospital una persona para ser atendida da una identidad y si no lleva documentación la identidad es verbal. Médicamente se le apunta con esa identidad que da verbal, pero dejan reflejado que evidentemente no es una identidad documental, y a partir de ahí, si esa persona ha participado en algún altercado, si llega con herida de bala, si esa persona se ve que tiene indicios delictivos se investiga y evidentemente siempre se llega a saber que esa persona que ha estado en ese hospital, en el caso de que esté todavía en él, es un delincuente".

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