Ciberataque
La red de alerta de radioactividad (RAR) de la Dirección General de Protección Civil y Emergencias (DGPCE) sufrió varios ciberataques durante marzo y junio de 2021. El 'hackeo' afectó a más de un tercio de los sensores repartidos por España.
Un año después, la Policía Nacional ha detenido a los dos presuntos autores del cibersabotaje en Madrid y San Agustín de Guadalix. En el registro de los dos domicilios y de una empresa, decretado por el Juzgado de Instrucción nº 39 de Madrid, los agentes han encontrado numerosos dispositivos informáticos relacionados con los hechos.
Extrabajadores de una contrata de mantenimiento
La investigación policial, denominada 'Operación Gamma', comenzó en junio de 2021 tras la denuncia de la DGPCE de un sabotaje a diferentes elementos del sistema RAR. Hasta 300 de los 800 sensores ubicados en España sufrieron este ataque. Sin embargo, las pesquisas encontraron pocos rastros y muchas dificultades en su avance hasta llegar a buen puerto.
Los detenidos, dos extrabajadores de una contrata de mantenimiento de la red, conocían a la perfección el entramado y usaron esa información para borrar sus huellas. Tras varios meses de trabajo e indagaciones, los agentes han llevado a cabo la operación detención de los dos presuntos autores de 'hackeo'.
RAR, un sistema de protección de la salud y el medio ambiente
El RAR es un sistema de alerta, consistente en una red de elementos que detecta y monitoriza las radiaciones gamma. La información recogida por este método llega a la sede de la DGPCE y permite aplicar medidas de protección de la salud colectiva y del medio ambiente midiendo la cantidad de radiación existente.
La intrusión en el sistema informático, hecho ya delictivo, provocó además el falló de conexión entre más de 300 sensores y la sede central, impidiendo el normal funcionamiento de un red de protección sobre la población y el entorno.
Terror al ciberataque
Y es que en los últimos tiempos, en una sociedad en la que digitalización es total, los ciberataques siembran el pánico y paralizan ciudades, regiones e incluso países. Sin ir más lejos, Madrid acogió a finales de junio una Cumbre de la OTAN que era un posible objetivo de sabotaje.
Pero estas intrusiones no solo buscan bloquear las conexiones, también tienen como finalidad el robo de datos personales a empresas. Iberdrola, en marzo de este mismo año, sufrió un 'hackeo' que afectó a más de 1 millón de personas.