PIllado in fraganti
Fue detenido por la policía local por dañar el patrimonio y por invadir un terreno privado en un zona de riesgo
Las ruinas de La Gordejuela se han convertido en uno de los grandes atractivos del norte de Tenerife por varios motivos. El primero es su entorno idílico al borde de un acantilado en un paraje protegido de alto valor ecológico como es la Rambla de Castro. Está ubicado en el municipio de Los Realejos, en el norte de la isla. El edificio que está en ruinas, fue concebido como una construcción industrial para instalar una máquina de vapor a principios del siglo pasado. Su imponente figura de muros desvencijados destaca al borde del océano pacífico y la han convertido en una de las ruinas más visitadas del mundo atrayendo a curiosos visitantes de todo el planeta.
Quizás esto es lo que atrajo a este delincuente a visitar el lugar. Se trata de un joven de 29 años y de origen alemán que una vez cerca del edificio lo que quiso fue dejar su huella en forma de grafitti. La casualidad hizo que unos agentes de la policía local del municipio de Los Realejos estuvieran haciendo ronda rutinaria por la zona cuando, desde lejos, lo vieron spray en mano dejando su firma en uno de los muros del edificio. Inmediatamente se acercaron a él para tratar de detenerlo aunque el daño ya estaba hecho porque prácticamente había terminado su “firma”. Fue puesto a disposición de la Policía Nacional que procedió a su detención acusándolo de dos delitos.
Por un lado la intromisión en un lugar privado que además, se da la circunstancia que está prohibido el acceso también por el riesgo que presenta el lugar. Y por supuesto por el daño ocasionado a un patrimonio histórico como son estas ruinas de un edificio centenario. Los propietarios de la finca fueron informados de la situación y ya han denunciado los hechos.
Los hechos ocurrieron a principios de esta semana pero no se trata de un caso aislado, porque este enclave se ha popularizado en los últimos años debido a la difusión en redes sociales y youtube por parte de creadores de contenido que han provocado un efecto llamada para turistas y curiosos en general. Aunque la mayoría suelen ser respetuosos con las normas y con el patrimonio, en varias ocasiones el edificio de La Gordejuela ha sufrido pintadas, grafitis y otro tipo de vandalismo que atentan contra la riqueza histórica de este emblemático lugar.
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