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'Okupan' un tanatorio abandonado en Telde y lo reforman para vivir en él

Estrella y Jonathan aseguran que, aunque tienen trabajos esporádicos, no pueden afrontar el pago de un alquiler. Su intención es quedarse todo el tiempo posible.

Estrella y Jonathan, residentes en el Valle de Jinámar, en el municipio de Telde, en Gran Canaria, han encontrado en un tanatorio abandonado de la zona un techo bajo el que vivir. Las instalaciones, que fueron impulsadas con 200.000 euros aportados por el Plan Zapatero en 2010, nunca llegaron a inaugurarse.

Llevan dos meses viviendo en él, y a lo largo de este tiempo han llevado a cabo una serie de reformas para habilitarla a su gusto: una cocina, un baño, la terraza y hasta un salón. La última obra la han hecho en la fachada, que han pintado de azul para borrar la suciedad que presentaba. Jonathan relata que cuando encontró la casa estaba casi en ruinas, llena de basura e incluso le habían prendido fuego.

La pareja, de 46 y 43 años respectivamente, alega que carece de recursos económicos para poder subsistir. Estrella ejerce de camarera de piso, pero sólo le surgen trabajos esporádicos, y Jonathan hace "trabajos sueltos" relacionados con la albañilería, por lo que, según argumentan, les es imposible hacer frente al pago de un alquiler.

La Policía Local tapió las puertas de las instalaciones contiguas, pertenecientes también al tanatorio, el pasado mes de julio, lo que evitó que más personas se instalaran en la zona y que se convirtiera en un punto de consumo de drogas. Estrella y Jonathan aseguran que, desde entonces, viven más tranquilos, y que nadie en ese momento les echó ni les dio un plazo para que abandonaran el lugar.

Afirman que su intención es quedarse todo el tiempo posible.

Problemas con los 'okupas' en San Adriá de Besós

Los problemas con los 'okupas' se repiten en otros puntos de España. Recientemente en Sant Adrià de Besòs, un incendio en un local okupado obligó a desalojar un inmueble y los vecinos todavía no han podido volver a sus casas. Lospropietarios llevaban mucho tiempo temiendo que algo así pudiera ocurrir, ya que en el local había una okupa desde hace dos años y las paleas con su pareja eran frecuentes.

Ahora, estos vecinos no tienen donde alojarse y han tenido que recurrir a la solidaridad de la familia o a alquilar un piso.

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