Tiroteo
La Policía ha intervenido armas, munición y casquillos tras un tiroteo ocurrido en el barrio de las Tres Mil Viviendas de Sevilla.
El miedo ha vuelto a apoderarse de los vecinos cercanos a la zona de las Tres Mil Viviendas en Sevilla. Durante la noche del sábado y la madrugada del domingo se escucharon varios tiroteos. Según fuentes de la Policía Nacional, se han intervenido armas, munición y casquillos tras un tiroteo ocurrido en el barrio. No se han reportado heridos por el momento, pero la investigación sigue en curso.
Según fuentes de la Policía Nacional, el tiroteo se originó en la barriada de Murillo el sábado por la tarde y se extendió a otras zonas cercanas, como las calles Padre José Sebastián Bandarán y Orfebre Cayetano González. Los agentes recibieron múltiples avisos de los vecinos, quienes alertaban de detonaciones que se prolongaron hasta bien entrada la madrugada del domingo. Tras una primera investigación, los agentes confirmaron impactos de bala en la ventana de una vivienda y se procedió a intervenir el lugar.
Durante la intervención policial, se incautaron armas de guerra, munición y más de 100 casquillos de munición detonada. La Policía precintó un piso en el que se encontraron estos objetos y se ha iniciado una investigación para esclarecer los hechos y determinar responsabilidades.
Este incidente no es un hecho aislado en las Tres Mil Viviendas. El barrio es conocido por sus problemas de violenciay la constante presencia de la Policía debido a incidentes similares. En junio de este año, un hombre murió y otras cuatro personas resultaron heridas, una de ellas de gravedad, en un tiroteo ocurrido en la zona de las Tres Mil Viviendas de Sevilla. Los hechos sucedieron en la avenida Victoria Domínguez Cerrato.
Cuando los agentes de la Policía Nacional llegaron al lugar, encontraron a varias personas heridas, algunas con impactos de arma de fuego y otras con heridas de arma blanca. Las víctimas fueron trasladadas a un centro hospitalario, aunque una de ellas falleció debido a la gravedad de las heridas.
Según las investigaciones policiales, el tiroteo no estaba relacionado con el narcotráfico, un problema recurrente en la zona, sino con una disputa personal entre dos clanes rivales. La Policía Nacional desplegó un importante dispositivo en la zona tras el tiroteo, con el fin de controlar la situación y evitar represalias o más incidentes violentos.
Los tiroteos no son la única preocupación de la zona. El pasado mes de agosto regresó al barrio la práctica de las carreras ilegales. Decenas de personas se congregaron para participar o presenciar estas carreras clandestinas, poniendo en riesgo tanto la vida de los conductores como la del público.
La organización de estos eventos comienza en chats ocultos en redes sociales, donde se concreta el día y la hora de la carrera, generalmente los sábados por la noche. Los participantes realizan giros, derrapes y maniobras a gran velocidad, mientras el público, desde las aceras, jalea la acción a escasos centímetros de los coches y motos en movimiento.
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