SE ATÓ A UN DESAGUE
El pequeño se ató a un desague de la calle y, cuando unos transeuntes lo encontraron, les dijo que lo habían secuestrado al salir del colegio y que no recordaba nada. Se temió que lo hubieran drogado o hubieran abusado sexualmente de él, pero el el hospital verificaron que no estaba herido. Ya en casa acabó confesándo que se lo había inventado todo por miedo a que lo castigasen por no hacer los deberes.