Crimen Asunta Basterra
Nunca había solicitado ningún permiso, ni de fin de semana ni de ningún otro tipo, a pesar de haber cumplido el tiempo de condena necesario para ello. Por primera vez, Basterra mueve ficha y quiere salir de la cárcel.
Fue uno de los crímenes más atroces de nuestra historia reciente. La pequeña Asunta Basterra apareció muerta en una puesta forestal de la localidad coruñesa de Teo, a pocos kilómetros de la vivienda que la familia tenía en la localidad.
En esa misma vivienda fue en la que la investigación acabó concluyendo que la niña había sido asesinada por sus padres, Alfonso Basterra y Rosario Porto, asfixiándola después de haberla drogado.
El crimen conmocionó a la localidad, a la ciudad de Santiago en la que residían y a toda la sociedad española.
Tras varias versiones contradictorias por parte de la madre, ambos acabaron siendo detenidos y desde ese momento un sinfín de informaciones de todo tipo comenzaron a salir a la luz. Desde una relación complicada entre los progenitores, hasta unos extraños episodios previos en los que le habrían administrado drogas a la niña, e incluso unas fotos de la pequeña en posturas comprometidas.
Alfonso Basterra y la que en aquel momento era su exmujer y madre de Asunta fueron condenados a 18 años de prisión como asesinos de la pequeña de 12 años. Rosario Porto se quitó la vida en prisión en el año 2020.
Esta es la primera vez que Basterra solicita algún tipo de permiso, hasta el momento no ha salido de prisión ningún día, ni para un permiso de fin de semana, y parece que por el momento va a continuar siendo así.
Instituciones Penitenciarias ha rechazado su demanda y aunque el habría presentado las quejas pertinentes, no parece que la institución tenga intención de modificar su decisión. En última instancia, le queda la posibilidad de presentar un recurso ante el Tribunal que le condenó hace 10 años.
El tercer grado penitenciario supondría que Basterra se trasladaría a un centro de inserción social y solo tendría que asistir al mismo para dormir, pudiendo estar en libertad el resto del tiempo.
La alarma social que generaría su salida de prisión se presenta como uno de los principios inconvenientes, teniendo en cuenta la enorme conmoción que generó este asesinato, que continúa muy presente en el recuerdo de todos.