EL BARCO ESTABA SIN ACABAR
1.500 pasajeros de un crucero por el Mediterráneo han vivido una pesadilla. La compañía le dijo que faltaban algunos retoques en el barco, pero cuando zarparon la nave estaba sin rematar.
Creían que iba a ser el viaje de sus sueños y fue al contrario. Durante una semana, los pasajeros convivieron con albañiles y soportaron el viaje con obras. Una pasajera afectada ha confesado que mientras dormían, a las 2 de la mañana escuchaban las radiales.
Los pasajeros grabaron las imágenes y las han difundido, además han recogido firmas para denunciar. Un pasajero recalca el olor a disolvente, barniz y pegamento que desprendía el barco.
Además, los afectados han denunciado que muchas zonas se encontraban cerradas, No podían pasear por la cubierta. El casino o el spa se encontraba cerrado. La compañía defiende que les avisó que había zonas cerradas por reformas.