PIDEN QUE SE CONSIDERE DELITO
Los furtivos toman los arenales, campan a sus anchas y extraen de forma ilegal el marisco en las rías gallegas. Ahora en verano esta práctica aumenta porque a los furtivos se les suma los bañistas.
“Esto nos afecta para dos o tres años ya”, asegura el presidente de la cofradía de pescadores en A Coruña.
La imagen se repite en la ría coruñesa do Burgo, de ahí al consumo y ése es el problema. La ría está cerrada al marisqueo por la bacteria coli y por la toxina lipolífica. Todo el marisco que sale de ahí sin ningún control es perjudicial para la salud.
Los mariscadores están hartos de esta situación. Incluso los furtivos se enfrentan a ellos. El sector pide que este marisqueo ilegal se considere delito y no se quede en una simple sanción administrativa.