EL FISCAL Y LA ACUSACIÓN SOLICITABAN 9 MESES DE CÁRCEL
Fuentes judiciales han confirmado que José Bretón ha sido absuelto de un presuento delito de maltrato por dar un bofetón a su hijo de dos años. La decisión judicial se produce después de que Bretón manifestara el pasado miércoles ante el juez que es "totalmente falso" que diera un bofetón a su hijo, José, y aseguró que "para nada" cometió tal hecho, como asegura una testigo de la escena en un día de agosto de 2011, en el centro comercial El Arcángel de Córdoba capital. El fiscal y la acusación solicitaban nueve meses de prisión.
En el juicio, que se prolongó poco más de una hora, Bretón insistió en su declaración. "Jamás se me va a ocurrir pegarle a mi hijo una bofetada", y comentó que no recordaba que tuviera que reprender "nada" de la actitud de su hijo, que, según la testigo y amiga de Bretón, declaró que el menor estaba chupando la mesa de un establecimiento de comida y el padre le dio "una bofetada".
En este sentido, a preguntas del fiscal, Bretón ha reiterado que es "incierto totalmente" que golpeara a su hijo, aunque ha admitido que hay cosas de ese momento del día, en agosto de 2011, de las que se acuerda y otras que no, a lo que agrega que no se quedó solo con la testigo y su hija, en un momento en el que su mujer, Ruth Ortiz, y el marido de la testigo fueron a comprar comida en el establecimiento, algo que la testigo ha desmentido, destacando que sí se quedaron solos.
En cualquier caso, el padre de José ha detallado que el pequeño no lloró en el momento ni después de los hechos de los que se le acusa y esa noche durmió "plácidamente". Asimismo, en su último turno de palabra, Bretón ha subrayado que es "inocente" porque, a su juicio, los hechos "no se corresponden con la realidad".
"Un poco excesivo"
Mientras, la testigo, que junto a su marido mantenían una relación de amistad de más de diez años con Bretón y su mujer, ha aseverado que Bretón le pegó "una bofetada" después de que le dijera ella al padre del niño que éste estaba chupando el filo de una mesa del establecimiento de comida rápida al que habían acudido los dos matrimonios, pero en el momento de los hechos, según la testigo, se quedó a solas con Bretón junto con José y una hija de ella.
Para la mujer, la acción de la "bofetada" le "impresionó" y fue "un poco excesivo", aunque no se lo comentó a Ruth ni le reprendió el hecho a Bretón, considerando que correspondía a la intimidad de la pareja, si bien posteriormente se lo contó a su marido. Además, ha declarado que el pequeño José, de menos de dos años, no lloró tras la bofetada, en la que "la cabeza del niño se giró", pero él permaneció "como si no hubiera pasado nada".
Al respecto, la testigo ha manifestado que no sabía si era "habitual" esa acción y por eso, a su juicio, el niño no se inmutó "ni estaba asustado", a lo que añade que no le vio marca alguna del bofetón. Asimismo, tras declarar que no se lo contó a Ruth, ha señalado que veía "mucha tensión" entre Bretón y su mujer, de hecho, "presenciábamos --ella y su marido-- situaciones cada vez más tensas entre ellos".
En cualquier caso, dice que desconoce si tenían problemas Bretón y su mujer y la relación de la testigo con Bretón era "buena", a lo que ha agregado que en la actualidad "ni bien ni mal", momento en el que el abogado de la defensa le ha preguntado si ella cree que mató a los niños, pero el juez ha interrumpido y le ha pedido a ella que no contestara. Mientras, el marido de la testigo ha ratificado los hechos y ha señalado que cuando llegó a la mesa, tras pedir la comida, el niño no tenía marca ni estaba llorando.