HA CORTADO LAS DOS OREJAS A SU PRIMER TORO
Jesús Janeiro "Jesulín de Ubrique" saldó con dos orejas su triunfal reaparición de luces en Cuenca, una tarde en la que el público respondió y se lo pasó también en grande con las entregadas actuaciones de Juan José Padilla y Miguel Abellán, que también salieron a hombros.
Más allá de la trascendencia taurina, la tarde de este domingo en Cuenca tenía un cariz emotivo y, sobre todo, nostálgico. Volvía Jesulín de Ubrique, uno de los referentes del toreo de los 90, un ídolo de masas sobre el que giraban prácticamente todas las ferias, porque solo con su reclamo el éxito en la taquilla estaba asegurado.
Jesulín firmó una actuación inmaculada y muy templada al nobilísimo toro que abrió plaza, al que toreó con mucha limpieza y seguridad por el derecho en una labor en la que sobresalió una serie de molinetes a cámara lenta.
La buena estocada le granjeó las dos orejas. Igual de pulcro y de sereno se mostró con el cuarto. Como si no hubieran pasado los años. Hubo muletazos muy buenos y muy cadenciosos sobre la diestra a otro toro manejable.
Se le vio disfrutar, tanto que hasta sonó el aviso antes de montar la espada, como si no quiera que aquello acabase. Sin embargo, los aceros le hicieran perder premio.