Explosión
Hay más de 200 vecinos desalojados. Dos de ellos han sido ingresados en la UCI con pronóstico grave.
Una fuerte explosión ha sacudido un bloque de viviendas en la localidad navarra de Noáin, lo que ha desencadenado un incendio de grandes proporciones y ha obligado al desalojo de más de 200 vecinos. Las llamas, avivadas por una presunta fuga de gas y la explosión de una caldera, han dejado un paisaje desolador.
Las primeras imágenes divulgadas muestran un edificio sumido en el fuego, con una gran columna de humo que emerge de su interior. Las ventanas, puertas y parte de la fachada han saltado literalmente por los aires, cayendo escombros a la calle y sobre varios vehículos estacionados. Los bomberos, en una intensa labor, han tratado de sofocar el incendio y ventilar las viviendas colindantes para evitar nuevas acumulaciones de gas.
"Todo el mundo para atrás", se ha escuchado en los momentos posteriores a la detonación, en medio de nerviosismo e incertidumbre.
El balance de heridos asciende a siete, de los cuales dos, un joven de 22 años y una menor de 13, se encuentran ingresados en la UCI con pronóstico grave. Otras dos personas han sufrido crisis de ansiedad e inhalación de humo, pero ya han sido dadas de alta tras recibir atención en un centro de salud. Según los servicios de emergencia, la rápida intervención ha resultado decisiva para controlar la situación y atender a los afectados.
El número de vecinos evacuados supera las 200 personas. Muchos de ellos se han visto obligados a pasar la noche en casas de familiares o en hoteles cercanos. A última hora de la tarde, se ha confirmado que tanto el suministro de luz como el de gas permanecen interrumpidos, mientras la Policía Foral y la Guardia Civil investigan las causas del siniestro.
"El personal de investigación de la Unidad Orgánica de Policía Judicial (UOPJ) y del Grupo de Especialistas en Desactivación de Explosivos (GEDEX) de Navarra se ha trasladado al lugar", han informado fuentes oficiales.
La zona ha sido acordonada para evitar el paso de curiosos y salvaguardar la labor de los bomberos, que continúan trabajando en la extinción del incendio y en la revisión de los adosados dañados. Desde la tarde, se mantiene un operativo que incluye efectivos de emergencias, Policía Foral, Guardia Civil y Protección Civil, para comprobar la estabilidad del edificio y garantizar la seguridad de la zona.
Los vecinos temen que se produzcan nuevas explosiones, ya que los primeros indicios apuntan a una fuga de gas combinada con la explosión de una caldera.
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