Generación Beta
Con el inicio del año 2025 llega también el nacimiento de una nueva cohorte demográfica: la Generación Beta, que remplazá a la Generación Alfa (2010-2024).
La nueva Generación Beta, llamada de esta forma por ser la segunda letra del alfabeto griego, estará marcada por su inmersión total en la tecnología y su capacidad para adaptarse a un mundo en constante cambio.
El término de Generación Beta, propuesto por el investigador social Mark McCrindle, refleja un enfoque más estructurado para nombrar generaciones, utilizando el alfabeto griego para denotar su vínculo con la era digital. Sin embargo, algunos expertos ya han cuestionado la idoneidad del nombre, señalando que el tiempo y los eventos históricos pondrían moldear un apodo más representativo.
A diferencia de los alfa, que crecieron adaptándose al mundo digital, los beta se desarrollarán en un entorno donde "lo digital y lo físico será indivisible". La inteligencia artificial, la automatización y los entornos inmersivos formarán parte integral de su vida cotidiana, sin necesidad de un período de adaptación. Desde la educación hasta la atención sanitaria, estos avances estarán tan integrados que sus habilidades tecnológicas serán casi innatas.
Por otro lado, los beta también estarán influenciados por el contexto familiar. Criados por millennials y zetas mayores, recibirán una educación digital más consciente y responsable. Según analistas, esta generación encarnará "el equilibrio entre la hiperconectividad y la expresión personal", aprendiendo a navegar en un entorno virtual mientras gestionan los riesgos asociados a la era digital.
Aunque la tecnología será una ventaja clave para esta generación, los beta no estarán exentos de desafíos. Problemas globales como el cambio climático, la urbanización descontrolada y la desigualdad seguirán siendo temas urgentes. Sin embargo, los expertos son optimistas sobre su capacidad para enfrentarlos.
Los progenitores de esta generación priorizarán valores como la adaptabilidad, la sostenibilidad y la colaboración, preparando a los beta para convertirse en un motor de cambio social.
La Generación Beta podría redefinir las interacciones sociales y laborales del futuro. Según McCrindle, "los eventos, las tecnologías y los cambios culturales de su tiempo" serán los factores clave que darán forma a su identidad colectiva. Además, se espera que adopten una mentalidad más global y comunitaria, promoviendo la cooperación en lugar de la competencia.
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