Incendios
En Galicia se ha dado por estabilizado el incendio que más preocupaba en las últimas horas, el de Castrelo de Miño, en Orense. Ahora los equipos de extinción centran sus labores en enfríar el terreno para evitar que las llamas se reaviven.
Incendio perimetrado
Han pasado dos semanas desde el origen de los fuegos de O Courel y de Valdeorras, cuyas llamas han arrasado 11.100 hectáreas y 10.500 hectáreas, respectivamente. Afortunadamente, a lo largo de la tarde de este jueves los bomberos han conseguido estabilizar la combustión de Castrelo de Miño, en Ourense, que ha pasado a ser un nuevo escenario de llamas en Galicia.
Antes de eso, y a pesar de que el fuego se encontraba cerca de algunos núcleos urbanos, las autoridades habían desactivado el nivel 2 de alerta porque no había peligro "para los núcleos de población".
Varias localidades se encontraban cerca del fuego, pero ninguna vivienda ha sufrido daños. Este último incendio en Ourense ha mantenido en vilo a los servicios de emergencia debido a su virulencia. De hecho, desde que se activó la pasada tarde del miércoles ha calcinado unas 200 hectáreas.
El origen del fuego
Este fuego comenzó en la parte alta de la Parroquia de Barral, cerca de una carretera, la que con motivo de las llamas ha tenido que ser cortada. Las fuertes rachas de viento han provocado que el fuego se haya propagado con rapidez durante la pasada madrugada.
17 brigadas forestales apoyadas por medios aéreos han trabajado sin descanso para sofocar las llamas y evitar que llegase a otros pueblos cercanos. Tras ello, se han centrado en refrescar las zonas afectadas por las llamas.
Galicia en llamas
Galicia sigue sufriendo las consecuencias de un verano que ha registrado una ola histórica de incendios con más 35.000 hectáreas calcinadas, cifras demoledoras para la comunidad. Según La Voz de Galicia, el satélite Copernicus ha elevado a 36.762 las hectáreas arrasadas en los incendios registrados en Galicia desde hace diez días.