EN EL MOMENTO DE SUS DECLARACIONES

El lenguaje gestual de Ana Julia Quezada revela un perfil psicópata

En algo más de dos horas Ana Julia ha mostrado un gran autodominio en sus declaraciones durante el juicio sobre el caso de Gabriel Cruz.

Ana Julia ha demostrado este martes un gran autodominio en el juicio sobre la acusación del crimen de Gabriel Cruz. Y el momento más claro ha sido su confesión, donde ha sostenido la mirada al fiscal sin dudar, y casi sin pestañear.

En sus declaraciones, la acusada no se mueve ni cambia de postura y guarda sus manos bajo la mesa paralizadas. Según cuentan los expertos, intenta no mostrar ninguna emoción.

Un detalle a destacar es que ni le tiembla la mano cuando coge el vaso de agua pese a ser uno de los momentos más tensos de su declaración.

Aunque llama la atención su comportamiento tras ver unas imágenes donde ella habla mal de la madre de Gabriel. Parece derrumbarse aunque realmente muestra un gesto de vergüenza.

Tal y como cuentan los expertos, estos elementos sitúan a la acusada en perfiles cercanos a la psicopatía.

José Carlos Fuertes, forense y psquiatra, cuenta que "la frialdad emocional de la acusada que le ha permitido eliminar la vida de un menor de tan corta edad".

No le tembló la voz, ni titubeó cuando se buscaba al niño, y tampoco le ha temblado hoy en sus declaraciones.

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