Caso Luis Lorenzo
El pasado mes de mayo, el actor Luis Lorenzo y su mujer, Arancha Palomino, fueron detenidos por la Guardia Civil por una supuesta "etiología homicida" a la tía de Arancha.
La hipótesis principal que determinó un médico fue el fallecimiento por causas naturales. Sin embargo, la sospecha de la familia de María Isabel Suárez —tía de Arancha Palomino— de no creer que fuese una muerte natural provocó que se llevara a cabo una investigación por ello.
Una vez detenida la pareja, comienza la instrucción judicial en un juzgado de la localidad madrileña de Arganda del Rey. Un proceso judicial en el que cada vez hay más interrogantes según van pasando las semanas.
Las primeras incógnitas aparecen con la autopsia que practicó la forense, donde confirma en su informe "con salvedades", al no descartar que la alta acumulación de cadmio –un metal pesado parecido al estaño, altamente tóxico, que se usa en aleaciones para la fabricación de extintores, alarmas de incendios y fusibles, en soldadura, etc.– pudiese haberse producido por un trasvase 'post mortem'.
Parecida fue la declaración de la jefa del Servicio Químico del Instituto de Toxicología y Ciencias Forenses, en el que alegaba los mismos motivos tras encargar un informe sobre la presencia de metales pesados en el cadáver. También planteó la posibilidad de que la muerte de la tía política de Lorenzo se debiese en realidad a causas naturales.
Varios especialistas, un estadounidense y otro chino, han estudiado casos de personas que, tras su muerte, presentaban elevados niveles de cadmio en sangre sin haber sido víctimas de un envenenamiento. Por ello, el abogado de los investigados, Francisco Pérez, argumenta: "Nadie ha explicado cómo se produjo el consumo de cadmio ni cuántos antecedentes de envenenamiento por su ingesta aguda se han producido en la literatura médica. El cadmio por sí solo es muy complicado que cause una intoxicación". Mientras que uno de los abogados de la defensa, Pedro Martín, considera que "todavía nos encontramos en un momento muy lejano" para determinar las causas de la muerte, pero que las últimas pruebas practicadas descartan la teoría de la redistribución 'post mortem'".
¿En qué consiste el trasvase 'post mortem'?
Una vez comienza el proceso de putrefacción de un cuerpo, los metales pesados se redistribuyen desde los órganos que se van descomponiendo hasta la sangre, que termina acumulando, en este caso, todo el cadmio que hubiese acumulado la difunta a lo largo de su vida.
Un año de investigación
María Isabel Suárez, de 85 años, vivía en la localidad asturiana de Grado cuando su sobrina Arancha decidió llevársela a Madrid en marzo de 2021. Algunos de los familiares asturianos no compartían la decisión de Arancha y alegaban que la mujer había desmejorado físicamente desde su estancia en Madrid.
El 28 de junio tuvo lugar su muerte, supuestamente por causas naturales, en el domicilio de Rivas Vaciamadrid (Madrid) de los investigados, quienes trasladaron el cuerpo de vuelta a Asturias.
El hermano de la difunta sospechaba que la muerte podría no ser natural, por lo que lo denunció a la Guardia Civil y solicitó una segunda autopsia. Recogida la solicitud del hermano de María Isabel, la Benemérita investigó durante cerca de un año al actor y su mujer por supuestamente acabar con la vida de la octogenaria para quedarse con su herencia.
La segunda autopsia revelaba un presunto envenenamiento, ya que en el momento de su muerte, María Isabel presentaba niveles altos en sangre de cadmio y magnesio –también un metal pesado– 200 y 20 veces por encima de lo normal, respectivamente. Junto a la autopsia, un informe del Instituto de Medicina Legal incluido en el sumario del caso determinó que las patologías que sufría o había sufrido la fallecida no pudieron ser causantes de su muerte.
Además, de dicho sumario se desprende que Lorenzo y Palomino gastaron de formas sospechosa casi 23.000 euros de la cuenta de la tía de Suárez, en los meses que vivió con ellos, previos al fallecimiento. A ellos se suman 8.800 euros que se transfirieron de la cuenta de la anciana a la de los investigados, el mismo día del fallecimiento, y 1.800 al día siguiente.
Desde entonces se encuentran en libertad provisional con medidas cautelares, como la retirada del pasaporte y la comparecencia semanal en el juzgado.
Continúan los interrogantes en la investigación
Tras varias declaraciones de distintos forenses, todavía no hay una solución clara al fallecimiento de María Isabel Suárez.
El pasado jueves declaró otra responsable del Instituto de Toxicología, quien presentó un informe de histopatología en el que expone que no se han encontrado evidencias de que sufriese cuerpos de Lewy –enfermedad a la que se achacaron la muerte de los investigados, según el sumario–, aunque puntualizó que se deberían realizar otros estudios para certificar ese extremo.
La semana que viene está previsto que declaren ante la juez varios médicos que trataron a la difunta en sus últimos meses de vida, a la espera de que puedan aclarar la situación sobre el fallecimiento de la anciana.