Sucesos
El condenado utilizaba 15 identidades falsas en internet para proferir mensajes en contra del colectivo LGTBI y acosar a dos mujeres, una sexóloga y una periodista. "Estos grupos de gente enferma habría que liquidarlos de raíz" es uno de los mensajes que publicó.
Este miércoles, en Logroño, un hombre ha sido condenado a un total de dos años de prisión por un delito de odio contra el colectivo LGTBI, dos delitos de acoso y otros dos de injurias graves cometidos contra dos mujeres, una psicóloga experta en sexología y una periodista.
Así lo ha dictaminado el Juzgado de lo Penal número 3 de Logroño que, además, le ha impuesto una multa de 10 euros por día durante ocho meses y otra de 20 meses con la misma cuantía. Asimismo, ha quedado inhabilitado durante los próximos cuatro años para desempeñar actividades o labores educativas, y deberá indemnizar a las dos mujeres con 5.000 euros.
La sentencia, en la que se incluye un atenuante porque el proceso ha tenido una duración de más de seis años, confirma que el investigado usó un total de 15 identidades falsas para subir comentarios en redes y páginas web entre 2016 y 2017 en contra de la transexualidad y la homosexualidad.
"Habría que encarcelar a alguien que va por los colegios normalizando no-trastornos como la homosexualidad o transexualidad", "estos grupos de gente enferma habría que liquidarlos de raíz" o "machete para todos" son algunos de los mensajes que el acusado publicó en internet.
Concretamente, profería afirmaciones contra la igualdad entre hombres y mujeres, llegando a decir que "fomentar la igualdad de algo que naturalmente es desigual implica necesariamente opresión y destrucción". De la misma manera, cargaba contra la educación sexualdiciendo que dará paso a "psicópatas trastornados y adictos a los psicofármacos", y escribía mensajes xenófobos como: "Los nazis cuidaron mejor París que los moros y los negros".
Según las valoraciones del juzgado, el acusado pretendía lograr "la estigmatización social del colectivo homosexual y transexual". Esta clase de actos son constitutivos de un delito de odio que se ve reflejado en la gran cantidad de publicaciones contrarias al colectivo LGTBI, que no se pueden justificar con "el lícito ejercicio de la libertad de expresión".
De esta manera, el juez considera que estos mensajes tenían la finalidad de "perpetuar la situación de exclusión de una minoría". Ante un caso de este tipo, detalla el escrito, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos "ha destacado la necesidad de proporcionar una elevada protección frente a los discursos insultantes o difamatorios, puesto que se caracterizan por una historia marcada por la discriminación y la opresión"
Por otro lado, el hombre realizó ataques personalizados contra dos mujeres, una psicóloga experta en sexologíay una periodista, con la intención de "menoscabar su imagen personal y profesional". A la primera, a la que calificaba de "trastornada, adoctrinada y peligro para la infancia", le decía cosas como "te preñaré despacio y bien". En cuanto a la segunda víctima, se refería a ella como "enferma, cáncer social, tonta, aborto de la educación pública y femimarxista".
El juzgado señala que el acusado "realizó una conducta de hostigamiento" al publicar estos mensajes tanto en un periódico digital como en redes sociales, de manera insistente con "algunos mensajes de carácter vejatorio" que afectaron al día a día de las víctimas. En total, llegó a subir 211 comentarios contra la periodista y 56 contra la psicóloga.
Así, ambas mujeres fueron víctimas de injurias graves cuando el acusado publicaba esta clase de comentarios, los cuales atentaban contra su propia estima y suponían, según detalla el escrito, "la desconsideración personal de cada una de ellas, reduciendo su condición femenina a un mero instrumento de actos de naturaleza sexual o denigrando su activismo en pro de la igualdad e inclusión del colectivo LGTBI".