Sucesos
Se trata de un fugitivo neozelandés que fue condenado a cadena perpetua en Estados Unidos.
El FBI siempre está sobre la pista de los fugitivos más buscados por todo el mundo. Uno de ellos ha sido detenido por la Policía Nacional en Madrid. Se trata de un fugitivo neozelandés que fue condenado a cadena perpetua en Estados Unidos.
Han sido los agentes de la Policía Nacional, en colaboración con el FBI, US Marshals y la OCN INTERPOL Madrid quienes han detenido a M.J.P., uno de los criminales incluidos en la lista Ten Most Wanted Fugitives del FBI. El detenido había sido condenado por delitos de pornografía infantil, explotación sexual, agresión sexual y ganancias ilícitas, llegando a ganar más de 17 millones de dólares.
Según ha avanzado La Voz de Cádiz, se trata de la primera detención en nuestro país de uno de los delincuentes incluidos en la lista Ten Most Wanted Fugitives del FBI. Tan solo se ha capturado a 57 de estos prófugos.
El 'modus operandi'
Este fugitivo se dedicaba a la producción audiovisual de pornografía. Reclutaba mediante engaños a menores y a mujeres de corta edad. Además, usaba a otras mujeres a las que pagaba para convencer a las víctimas de que el material nunca sería publicado. Las retenía y las obligaba a realizar prácticas sexuales a las que previamente se habían negado. El engaño se convertía posteriormente en coacciones y en violencia.
La búsqueda internacional de este prófugo comenzó con su fuga de los Estados Unidos. El proceso judicial se centró en hechos relativos a la realización de producciones audiovisuales de contenido pornográfico entre los años 2012 y 2019.
La Voz de Cádiz ha avanzado que "de forma paralela a la investigación policial, las autoridades del país norteamericano destinaron importantes recursos al caso, llevando a cabo campañas publicitarias encaminadas a recabar cualquier información que facilitase la detención del fugitivo, ofreciendo incluso una recompensa de 100.000 dólares a cambio de cualquier pista relevante". Debido a eso, se desplazaron a nuestro país varios investigadores privados.
Tras un año de exhaustiva búsqueda por toda España, el pasado 21 de diciembre se detectó la presencia del fugitivo en un céntrico hotel madrileño, donde se alojaba bajo una de las múltiples identidades falsas que había empleado para evitar su localización.