Estafas
Los detenidos estafaron a 53 personas en Zaragoza y Huesca. En los registros se han intervenido joyas obtenidas con el dinero estafado, armas ilegales, sustancias estupefacientes y diferentes dispositivos.
La Guardia Civil ha conseguido desarticular una organización criminal asentada en Zaragoza que realizaba estafas mediante 'phising', 'vishing' y 'smishing'. En total han sido detenidas seis personas por esos supuestos delitos de estafa y blanqueo de capitales y otras cinco están investigadas como cooperadoras.
Se han realizado cuatro registros domiciliarios en Zaragoza y La Cartuja Baja donde se intervinieron joyas obtenidas con el dinero estafado, armas ilegales, sustancias estupefacientes que estaban destinadas a su introducción en centros penitenciarios y diferentes dispositivos que utilizaban para realizar las estafas. El número de víctimas asciende a 53 y el dinero estafado a más de 100.000 euros.
La investigación comenzó en mayo de 2024 cuando la Guardia Civil detectó una campaña de estafas por el método 'phising' dirigida a clientes de una entidad bancaria. Gracias a las múltiples denuncias se logró determinar la existencia de una organización criminal perfectamente jerarquizada, de estructura piramidal con una clara distribución de roles y tareas entre sus miembros.
La estafa consistía en el envío de un SMS a nombre de la supuesta entidad bancaria que comunicaba a su cliente tener un cargo de 870 euros pendiente de abono. Si este cliente no reconocía dicho cargo debería clicar en un enlace para proceder a su anulación, siendo en ese momento en el que accedía a una web falsa donde se obtendrían los datos personales de acceso a banca online de las futuras víctimas (usuario y contraseña). Al tratarse de una web falsa el cliente no podía acceder a la página oficial, quedando el sistema en proceso de carga.
Era entonces cuando esta persona recibía una llamada telefónica desde un número de teléfono que se correspondía con el real de la entidad bancaria, pero que había sido suplantado por el ciberdelincuente. En esa conversación telefónica el estafador, que ya había accedido a la web oficial con los datos de usuario y contraseña obtenidos anteriormente podía ver todos los movimientos bancarios que la víctima tenía.
Ahí les informaban de dichos movimientos simulando ser trabajadores de la entidad reales y al comunicarles el cargo de 870 euros, el cliente accedía a las indicaciones que se le daban para poder anularlo. Para ello recibían un nuevo SMS con un código de verificación con el que ya se podría acceder a todos los trámites de transacciones y compras en las cuentas bancarias de las víctimas.
Finalmente se ha decretado el ingreso en la prisión de Zuera de cuatro miembros de la red.
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