SUS LARGAS SIESTAS LE MANDAN AL PARO
Ni la casa más conocida de Londres se salva, ya que la humedad y el clima hacen que los ratones paseen a sus anchas por delante de la puerta del número 10 de Downing Street.
Unas imágenes de televisión hicieron, que hace once meses, el primer ministro David Carmeron contratará los servicios de Larry, un gato de cinco años con aparente experiencia. Pero, en este corto periodo, Larry no ha sabido hacer su trabajo y sus largas siestas, las escasas capturas y el deterioro del mobiliario han hecho, que su conocido dueño, lo despida de su puesto de ratonero jefe.
Durante su temporal estancia ha podido conocer a grandes personalidades, entre ellas el presidente estadounidense Barack Obama. No es el primer gato que pisa la casa presidencial. en el año 1989 Margaret Thatcher contrató lo servicios de Humphrey, que atrapó los roedores hasta el 97, convirtiéndose, por su excelente trabajo, en uno de los cazadores más conocidos. Con su despedida se pone punto y aparte una curiosa tradición inglesa.