Volcán La Palma
Se espera que la colada más activa termine llegando al mar con lo que dejaría de afectar a más poblaciones.
La erupción del volcán de Cumbre Vieja en la isla de La Palma está dejando imágenes para el recuerdo. Imágenes que seguirán repitiéndose en los próximos días porque los expertos ya han confirmado que falta mucho tiempo para que cese la actividad vulcanológica.
Por otro lado, esperan que la colada más activa, la que se encuentra en la zona norte, termine llegando hasta el mar. Esto sería un dato positivo porque significaría que la lava no afectaría a más poblaciones.
Es precisamente esta colada la que ha sido más destructiva en los últimos días y la que ha arrasado con el barrio de La Laguna.
250 metros por hora
De igual forma, los dos frentes de lava que están avanzando al sur de la montaña de La Laguna, en Los Llanos de Aridane, están tendiendo a confluir en una sola colada. Así lo ha explicado este viernes el director técnico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca), Rubén Fernández.
Según sus palabras, durante la pasada madrugada ambos frentes se han extendido a gran velocidad, llegando a superar los 250 metros por hora. No obstante, a medida que ha avanzado la jornada la velocidad se ha visto reducida a entre 20 o 30 metros por hora.
Se abre una nueva boca
Una nueva boca eruptiva se ha abierto al sureste del cono principal del volcán. Esta nueva grieta no está expulsando lava, pero sí materiales vulcanológicos como cenizas y piroclastos. El Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) asegura que este es un "proceso normal" dentro del "complejo proceso eruptivo".
Con esta situación "existe una probabilidad alta de que se produzcan sismos por encima de 4,5", la gran mayoría serán a gran profundidad. Por el momento, unas 700 hectáreas de superficie se han visto afectadas y cerca de 7.000 vecinos han tenido que ser desalojados por el avance del volcán, aunque por el momento se descartan más evacuaciones.