A Coruña
La Guardia Civil de A Coruña localizó el video, inició una investigación y consiguió identificar al imprudente conductor coruñés que se enfrenta a penas de prisión de 3 a 6 meses, multas de 6 a 12 meses o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días.
Circulaba a la asombrosa velocidad de 210 km/h en la autovía AC-14, en A Coruña, donde la velocidad máxima permitida es de 100 km/h. Todo empezó el pasado 6 de septiembre, cuando un video subido a una red social captó la atención del Grupo de Investigación y Análisis de Tráfico (GIAT). En la secuencia, se apreciaba claramente al conductor grabando en el interior de su vehículo mientras su velocímetro pasaba de 130km/h y alcanzaba la velocidad de 210 km/h.
Gracias a la colaboración ciudadana, que la Guardia Civil agradece, se pudo iniciar la investigación. Los ciudadanos pueden reportar comportamientos peligrosos a través del teléfono 112 o cualquier otro teléfono de emergencia. La Guardia Civil asegura que todos los informes se manejan de manera confidencial, incentivando así a la población a mantenerse alerta ante situaciones que pongan en riesgo la seguridad vial.
La investigación condujo a la identificación del conductor, quien ahora se enfrenta a un posible delito contra la seguridad vial según el artículo 379 del Código Penal. Superar la velocidad establecida en más de 80 km/h puede acarrear penas de prisión de 3 a 6 meses, multas de 6 a 12 meses o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días.
"379.1. El que condujere un vehículo de motor o un ciclomotor a velocidad superior en sesenta kilómetros por hora en vía urbana o en ochenta kilómetros por hora en vía interurbana a la permitida reglamentariamente, será castigado con la pena de prisión de tres a seis meses o con la de multa de seis a doce meses o con la de trabajos en beneficio de la comunidad de treinta y uno a noventa días, y, en cualquier caso, con la de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta cuatro años."
Este no ha sido el único capítulo de incidencias de tráfico en la provincia. En un episodio paralelo, el Subsector de Tráfico de la Guardia Civil también investiga a otro conductor, que presentando evidentes signos de estar bajo la influencia del alcohol, se negó a realizar las pruebas pertinentes. Su vehículo se había salido de la calzada en la N-525 en el término municipal de Vedra. Los efectivos le prestaron auxilio y solicitaron la asistencia de una ambulancia. Fue trasladado al hospital, pero antes de ingresar se mostró agresivo, agredió a los profesionales sanitarios y se dio a la fuga. Fue localizado más tarde en un hotel de Santiago de Compostela, y ya custodiado por la Policía Nacional, trasladado al Hospital Clínico de Santiago (CHUS).
Este individuo es reincidente en delitos contra la seguridad vial, según los agentes. De ser condenado, podría enfrentarse a penas de prisión de seis meses a un año, así como a la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por un período que podría extenderse de uno a cuatro años.
Estos incidentes no solo revelan la imprudencia de ciertos conductores, sino que también enfatizan la importancia de la vigilancia y la intervención de las autoridades para mantener la seguridad en las carreteras gallegas. La colaboración ciudadana es herramienta vital para prevenir accidentes y comportamientos peligrosos. Cada informe, cada aviso, es un paso hacia un entorno vial más seguro.
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