Educación
Miles de empleos se quedarán sin cubrir los próximos años por falta de matemáticos, ingenieros o físicos. Es la advertencia de la Comisión Europea y, a pesar de ellos, en España el número de alumnos en ese tipo de carreras tecnológicas universitarias sigue cayendo. Un descenso que contrasta con el dato de la Formación Profesional que va en aumento.
Robots que sirven comida en restaurantes, entrar al aeropuerto mediante reconocimiento facial o coches autónomos capaces de leer el pensamiento humano. Todo ello pertenece a la revolución 4.0 y, para seguir avanzando en ella y ser un país pionero, necesitamos perfiles tecnológicos. Pero a los universitarios españoles parece que no les gustan estas carreras.
Los alumnos que estudian matemáticas, ciencias, ingenierías o tecnologías solo representan el 24 %. De ahí el 18 % cursa estudios de ingeniería, mientras el 6 % ha elegido ciencias, frente a la media del 21 % y del 8%, respectivamente, en Europa.
En España, un 30,6% de la población está ocupada en empresas de alta intensidad tecnológica, un 16% por debajo de la media comunitaria y a años luz de Suecia, Dinamarca o Reino Unido con porcentajes superiores al 43%. Otro dato preocupante es que el porcentaje de población con competencias digitales al menos básicas es del 55%, inferior a la media de los 28 y a 20 puntos de Holanda, Luxemburgo o Suecia.
En los últimos 20 años, las matriculaciones en esta rama han disminuido un 30 %. En cambio han aumentado en la FP con un 77 % más de alumnos en los últimos 10 años. Este tipo de formación lleva 23.000 matriculaciones este curso.
En 2018, el 40 % de las ofertas de trabajo eran para candidatos de esta formación. Y muchos de esos perfiles salen de la FP dual, una modalidad que permite a los alumnos estudiar y formarse en una empresa a la vez