Drogas
La matriarca, de 53 años, se encuentra entre los cinco detenidos que operaban en Pitis y Arroyo del Fresno.
Desde el pasado mes de enero, el número de toxicómanos y maleantes del distrito de Fuencarral-El Pardo se ha multiplicado. Los robos y atracos constantes han hecho saltar las alarmas de los vecinos de la zona. Tras varios meses de investigación con la denominada 'Operación Pingüino', la Policía Nacional ha dado con el motivo: el clan de 'La Lela'.
La organización, conformada por dos varones y tres mujeres, se dedicaba a la venta de estupefacientes tales como la cocaína y la heroína. Operaban desde su infravivienda de Pitis, frecuentada por drogodependientes a diario, según la Jefatura Superior de Policía de Madrid.
Además, disponían de una vivienda okupada en la localidad madrileña de Valdemanco. Según fuentes de la Policía, utilizaban esta segunda vivienda para el cultivo ilegal de marihuana. Hasta 600 plantas han sido incautadas en el registro de la propiedad que tuvo lugar el 30 de junio.
La investigación dio comienzo en enero, cuando los agentes fueron informados de que un clan familiar del mencionado barrio se dedicaba a la venta de estupefacientes. El tránsito de drogodependientes generó una preocupante sensación de inseguridad entre los vecinos y aumentó el número de delitos en la zona.
El clan familiar se organizaba de forma jerárquica. La 'Matriarca', cuyo apodo da nombre al caso, era una mujer de 53 años que dirigía todos los movimientos. A su cargo estaban sus dos hijas, apodadas como 'las Rubias' y el marido de una de ellas, que gestionaban el control de las mercancías. De la misma manera, contaban con el apoyo de un hombre de origen magrebí que se ocupaba de la vigilancia y la seguridad de las operaciones.
Todos ellos han sido detenidos y puestos a disposición judicial. Se les acusa de un delito contra la salud pública y fraude de fluido eléctrico.